Entre una de las colecciones más impresionantes del ex alcalde Mauricio Fernández Garza, se encuentra el esqueleto de una jirafa, sin cabeza, de tres metros de altura, originaria de Kenia, que murió al ser alcanzada por un rayo hace dos años.
Esta sera otra pieza más que podrá verse en el museo La Milarca, que se encuentra en construcción en el sector de Valle Oriente, en San Pedro Garza García.
Tras ser enterrada, el museógrafo del recinto cultural determinó exhumarla del rancho La Anacahuita, propiedad del empresario sampetrino, ubicado en el municipio de Lampazos, cuya historia es digna de Ripley’s.
El relato se desprende durante un recorrido realizado en exclusiva para la plataforma MILENIO-Multimedios por parte del ex munícipe, acompañado de la cónsul general de España en Monterrey, Carolina de Manueles, y la arquitecta Gloria López Álvarez, de PMP Consultores, despacho que supervisa la construcción del proyecto cultural.
“Esa jirafa (de nombre Pancho) estaba en el rancho del ingeniero Mauricio, que se llama La Anacahuita, le cayó un rayo y murió, y la enterraron en su rancho y pasó el tiempo.
“Después el museógrafo, el profesor Miguel Ángel Fernández, se entera y dice que se puede agregar a la colección y que iría muy bien en una de las secciones para este tipo de tema. Y entonces se tomó la decisión de desenterrarla y de ahí la mandaron al Museo del Desierto (ubicado en la ciudad de Saltillo) para que la trataran y le terminaran de quitar la carnita que pudiera tener”, relata la arquitecta Gloria López Álvarez.
¿Dónde limpiaron a la jirafa?
Tras el tratamiento y limpieza de los huesos de los restos de la jirafa en el Museo del Desierto, se le agregó una estructura que no se ve y parecería invisible, por lo que no se puede mover.
“Es una estructura sin uniones en la que está ahorita y esa estructura no se puede mover de ninguna manera, y lo mejor es que la estructura está por dentro del hueso y no se ve ninguna estructura que la estuviera sosteniendo, y parece que la jirafa realmente está parada sola.
“Del Museo del Desierto la mandan para Monterrey y el ingeniero (Mauricio Fernández) nos hace la llamada y nos dice que la jirafa venía en camino. La verdad nosotros desconocíamos de la pieza y llega, así como la vez, fue un día largo de maniobra, cinco o seis horas para poder ingresar al sótano”, describe la arquitecta.
¿Cómo se ingresaron los restos de la jirafa?
Para ingresar los restos completos de la jirafa se tuvieron que realizar adecuaciones a La Milarca y poder descenderlos al sótano de la nave más grande del museo, que abrirá sus puertas en mayo o junio próximo en el Parque Rufino Tamayo, ubicado en la avenida Eugenio Garza Lagüera y Rufino Tamayo, en Valle Oriente.
La cabeza de la jirafa de Mauricio se encuentra en su residencia, y será colocada y agregada sobre el esqueleto en las próximas semanas para ser exhibida como parte del Gabinete de Curiosidades que albergará más de 400 piezas, obras de arte, objetos y fósiles.
elmm