La mañana de este martes sociedad civil y autoridades celebraron el 446 Aniversario de la fundación de Saltillo a través de un magno festejo en el que se cantaron Las Mañanitas, se colocó la tradicional Ofrenda Floral en la Parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua y se montó la Guardia de Honor en la Plaza de la Nueva Tlaxcala.
Luego de varios días de eventos culturales a través de la Fiesta Internacional de las Artes (FINA) Saltillo 446, desde muy temprano se iniciaron los festejos en el Parque El Mirador donde con mariachi entonaron las tradicionales mañanitas.
José María Fraustro Siller, alcalde de Saltillo; la señora Beatriz Dávila de Fraustro, presidenta honoraria del DIF Saltillo; Fernando de las Fuentes, secretario de Gobierno de Coahuila y el cuerpo edilicio, se dieron cita desde antes del amanecer para honrar a Saltillo y sus fundadores.
Posteriormente, las autoridades saltillenses y texanas, así como regidores, funcionarios de distintos niveles y ciudadanía, se dirigieron a las escalinatas de la Parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua donde depositaron la tradicional Ofrenda Floral.
Al concluir, autoridades y ciudadanos caminaron por la calle Miguel Hidalgo acompañados por la música de una estudiantina hasta llegar a la Plaza de la Nueva Tlaxcala.
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¿Cuál es la historia de Saltillo?
Es mucho lo que se sabe de los antiguos pobladores y la llegada de los españoles a la ciudad, pero de manera resumida, Saltillo obtuvo este nombre debido a que en lo que hoy conocemos como el Ojo de Agua, había un pequeño salto de agua, el cual por su tamaño fue denominado ‘Saltillo’, o al menos esa es la historia que se ha contado con el pasar de los años.
Es importante destacar que aunque hoy en día la ciudad es uno de los puntos más importantes del Estado de Coahuila, anteriormente contaba con muy poca población e incluso, el territorio se encontraba dividido en lo que antes era la Villa de Santiago de Saltillo y San Esteban de la Nueva Tlaxcala.
Años más tarde, ambas poblaciones terminaron uniéndose legalmente para crear una sola ciudad en el siglo XIX y actualmente, la acequia que los dividía es lo que hoy conocemos como la calle de Ignacio Allende, en la Zona Centro de la ciudad.
JVS