Entre miles de testimonios que los feligreses católicos comparten sobre los milagros de la Virgen de San Juan de los Lagos, Jalisco, sobresale el de las “tierritas de la Virgen”, un tradicional relato que dice que las personas creyentes de la Gran Señora, comían desde hace cientos de años pedazos de tierra provenientes de la capilla de adobe donde originalmente fue encontrada la figura, cuyo mineral podría curar todo malestar o enfermedad.
“Era una capilla hecha de adobe, techo de paja, y cuando sucedió el primer milagro, empezó a agarrar tanta fama la Virgen de San Juan, que los peregrinos que la visitaban veían que podían llevarse un pedacito de la capilla, entonces rasgaban la capilla, se llevaban la tierra, se lo llevaban a su familia, ya sea por enfermedad por alguna sociedad y se lo daban en los propios alimentos”, explicó Javier Hernández, Sánchez, padre y vocero del municipio.
Los comerciantes de la zona elaboran unas tablillas de este polvo en color claro con una medida aproximada de 12x5 centímetros, además llevan estampadas la imagen de la virgen por un precio que oscila entre los 20 pesos, y que aseguran que con comer o remojar la pieza y untar su pomada en la piel, se cura de todo mal, aunque el principal ingrediente es la fe.
“Pues haz de cuenta que se la comen las embarazadas, es tierrita del pocito donde se apareció la Virgen, la gente se las come como para agruras, acidez estomacal, y aparte pues la gente tiene fe, más que nada es la fe como te platiqué que una señora me comentaba que si niñita se le curó de cáncer, entonces más que nada es la fe”, dijo Isabel, vendedora de tierritas de la Virgen.
Contrario a los riesgos que esta práctica pudiera traer consigo, como algún tipo de afectación a la salud o infección por ingerir tierra, las autoridades eclesiásticas del lugar confirmaron que no han tenido reportes o restricciones por parte de alguna institución pública para dejar de consumir tablillas.
“No hemos recibido de parte de alguna institución de salud alguna indicación de que esto sea perjudicial para la propia salud y por eso la misma iglesia como institución, no ha negado ni ha desalentado a los fieles a esa costumbre”, explicó Hernández Sánchez.
Estas tierritas se encuentran en los comercios que están alrededor de la Catedral Basílica o con los vendedores ambulantes, sólo en los Altos de Jalisco.
AA