Las calandrias tiradas por caballos, son una tradición de antaño que se vive sobre todo en el Centro Histórico de la Perla Tapatía, que poco a poco se ha buscado que ya no se utilicen animales para estas actividades.
Diferentes iniciativas han sido propuestas por parte de las autoridades para evitar que los derechos de los animales se vean violentados al estar expuestos a trabajos que no son los adecuados para sus capacidades físicas.
Ante ello, en una sesión del pleno del Ayuntamiento de Guadalajara, se aprobó que todas las calandrias que operen en la Perla de Occidente, sean eléctricas y dejen de funcionar las que son impulsadas por caballos.
Desde el año 2017, en el gobierno de Enrique Alfaro como alcalde de de la capital del Estado de Jalisco, se inició con la migración a las calandrias eléctricas, para evitar que los animales sigan siendo utilizados para este tipo de cosas.
La iniciativa que se acaba de aprobar contempla una inversión de 14 millones de pesos para la adquisición de 39 calandrias eléctricas, mismas que serán entregadas en comodato a los llamados calandreros.
El 50 por ciento del recurso será aportado por parte de las autoridades estatales, mientras que el 50 por ciento restante lo tendrá que proporcionar el municipio, esto con la intención que las personas que se mantienen de este trabajo no vean afectada su economía y tengan que adquirir una calandria nueva con las características mencionadas.
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Hasta el momento las autoridades no han referido una fecha específica para que se lleve a cabo esta migración, tampoco se han dado detalles sobre si será paulatina o de golpe.
Los caballos que se utilizan en las actuales calandrias, podrán quedarse bajo el resguardo de los dueños de las mismas, aunque las autoridades tendrán un seguimiento a ellos y en el caso que no puedan ser mantenidos por ellos, se podrán donar al Ayuntamiento de Guadalajara para que sean utilizados en trabajos de equino terapia.
Al respecto de esta iniciativa y lo que la rodea, la regidora Candelaria Ochoa, quien votó en abstención aseguró que no se consultó a los calandreros sobre el tema.
“Los calandrieros no fueron consultados, yo también ya les pregunté y no fueron consultados todos y saben qué además que Guadalajara es una ciudad sumamente [...] Ojalá que también tengamos esa visión de la otra parte de los calanderos que viven y comen de eso y que por otro lado la contaminación se va a incrementar en esta ciudad”, mencionó.
JB