Lo que parecía un destino irreversible se convirtió en una historia de resiliencia y amor. Oliva y Nariz de Botón, dos perritos rescatados de una finca en la colonia Providencia de Guadalajara, lograron vencer a la muerte tras ser encontrados en condiciones críticas de desnutrición y abandono.
El rescate ocurrió la noche del 31 de diciembre, marcando el inicio de un nuevo capítulo para estos dos animales que, hasta ese momento, solo habían conocido el maltrato.
¿Cómo fueron rescatados los perritos en Providencia?
La historia de Oliva, una perrita afgana, es un testimonio de lucha. Cuando fue rescatada, apenas pesaba 12 kilos, una cifra alarmante para su raza, cuyo peso ideal ronda los 30 kilos.
“Cuando la fuimos a ver el 1 de enero, era totalmente un huesito, en esta parte les tomamos fotos, no tenía nada de carnita, era un hueso total, era su piel y bueno está súper recuperada, eso significa que se hizo un gran trabajo”, relató Verónica Delgadillo, presidenta municipal de Guadalajara, al recordar el estado en el que fue encontrada.
Apenas un mes después de haber recibido atención veterinaria especializada, Oliva ya ha recuperado 14 kilos y responde satisfactoriamente a los tratamientos. Sin embargo, su camino hacia la recuperación total aún no ha terminado. Ramiro Adrián López Arroyo, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas en Pequeñas Especies del Estado de Jalisco, explicó que la perrita enfrentaba un grave problema hepático debido a la desnutrición extrema y una hipoglucemia severa.
Por su parte, Nariz de Botón, un caniche que fue rescatado junto con Oliva, también llegó en una situación crítica.
“Él estaba un poquito peor en sus estudios de sangre, con un complejo hepático bastante grave, pero cada día va mejor; el sí de tanta desnutrición que tenía, en los huesos de su cadera se abrió la piel y se expuso el hueso”, explicó López Arroyo.
Nariz de Botón pesaba apenas 11 kilos cuando fue encontrado, pero gracias a los cuidados veterinarios ha logrado aumentar su peso hasta los 18 kilos. Aunque aún no alcanza su peso ideal de 25 kilos, su evolución es favorable y continúa recibiendo tratamiento.
¿Qué pasará ahora con los perritos?
Ambos caninos seguirán en proceso de recuperación hasta que alcancen un estado de salud óptimo. Una vez que estén listos, se evaluará la posibilidad de encontrarles un nuevo hogar donde puedan vivir con el amor y el cuidado que merecen.
Este caso ha puesto nuevamente en evidencia la importancia de denunciar el maltrato animal y de generar conciencia sobre la responsabilidad que implica tener una mascota.
Oliva y Nariz de Botón son un claro ejemplo de que con atención, amor y la intervención oportuna de las autoridades y profesionales, es posible cambiar la vida de los animales en situaciones vulnerables. Denunciar el maltrato no solo salva vidas, sino que también fomenta una cultura de respeto y bienestar animal.
AM