Enclavado en la Sierra Norte de Puebla, Chignahuapan cuenta con diversos atractivos turísticos, entre ellos, la imagen religiosa bajo techo más grande del país y Latinoamérica: la Virgen de la Inmaculada Concepción de María.
La advocación mariana fue tallada en madera de cedro y es obra del escultor y pintor poblano José Luis Silva. Durante todo el año, la figura religiosa es visitada por miles de fieles que le rezan y le refrendan su fe.
Cada 8 de diciembre, los devotos asisten a la Basílica menor de Chignahuapan para conmemorar el dogma católico proclamado en 1854, en el cual se resalta que la Virgen María, se mantuvo libre del pecado original aún después de dar a luz a Jesús.
Virgen de la Concepción custodia a la Sierra Norte
La figura religiosa tiene una altura de 12 metros y representa un tesoro de la cultura eclesiástica de México, por ello, es considerada como la más grande bajo techo en nuestro país y en América Latina.
"Es hermosa, nunca había visto algo igual, nunca, es muy hermosa y me da paz, paz y seguridad porque yo sé que ella siempre nos está cuidado y para como están las cosas en la actualidad, yo creo que es una gran esperanza el saber que ella, nuestra madre, siempre está ahí para nosotros"., relató Estela Tomei, mujer de la tercera edad que viajo desde El Paso Texas, para visitar a la Virgen de la Concepción.
Así como Estela, miles de fieles visitan esta obra católica, y aunque data de 1972, atrajo la mirada del Vaticano en la década de los 90, y a lo largo de más de 20 años, el amor y la devoción no se desvanecen.
"Es una belleza increíble la de esta virgen, hemos andado en algunas partes del mundo y nunca me había tocado ver una virgen tan, tan hermosa, ni en Roma, ni en Tierra Santa, es la virgen más hermosa que he visto en todo el mundo", apuntó Fernando Quito, quien acudió a la Sierra Norte de Puebla en compañía de su esposa Lupita, quien no dejó pasar la oportunidad para enaltecer el trabajo depositado en la obra.
"Es simplemente preciosa, no hay algo en particular que llame mi atención porque toda ella es hermosa, desde su rostro, la corona, la manera en que representa incluso al mal, los ángeles y toda ella, en su extensión, creo que representa de forma única la belleza y poder que siempre tiene el bien sobre el mal", comentó el devoto.
La imagen de la Virgen María tiene al niño Jesús en los brazos, quien a su vez porta una paloma en la mano izquierda. La advocación mariana tiene una corona de un metro de altura con incrustaciones de piedras preciosas y está bañada en oro.
Además, en la parte inferior se plasmó la escena en la que Adán y Eva son expulsados del paraíso. También se consideró que la virgen posara su planta sobre el mundo, para reafirmar su reinado de amor sobre toda la creación, mientras que los rayos que la rodean evocan la luz de Cristo.
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