La festividad de la Virgen de Guadalupe este 12 de diciembre es uno de los eventos más importantes en el santoral cristiano de los creyentes en México, pues esta representación de la Virgen María tiene un particular lazo con los corazones de los mexicanos.
Por esta razón en cada localidad de la nación es posible encontrar templos y capillas dedicados a la Virgen del Tepeyac, siendo el Santuario de la Virgen de Guadalupe en el centro histórico de Guadalajara el más reconocido en el estado de Jalisco.
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¿Cuál es la historia del Santuario de la Virgen de Guadalupe?
El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en el centro histórico de Guadalajara, fue la primera iglesia en la Perla Tapatía que se edificó bajo la dedicatoria a la Virgen de Guadalupe.
De acuerdo con el archivo histórico del Arzobispado de Guadalajara, inicio su construcción en el año 1777 y abrió sus puertas en 1781. El obispo español Fray Antonio Acalde, impulsó la edificación de esta iglesia que a la fecha es una de las más queridas por los devotos a la morenita.
Este templo de fachada herreriana y estilo neoclásico, se ubica sobre avenida Fray Antonio Alcalde en el centro de Guadalajara. Lo más característico de su infraestructura son las dos torres que albergan sus antiguas campanas, así como las cúpulas que adornan su figura. Este recinto contiene en su interior la imagen de la Guadalupana, obra de José Alzíbar, la cual está consagrada con la original del Tepeyac.
Otra de las características que llama la atención de los feligreses que visitan este santuario, es la presencia de los 28 óleos pintados en honor a la Virgen de Guadalupe, y que representan la historia del acontecer guadalupano, es decir, cómo es que la morenita del Tepeyac se apareció a San Juan Diego y todo el proceso para ser reconocida por el entonces obispo de la localidad.
En tamaño se trata de un templo modesto, cuyo atractivo también reside en la explanada que tiene al frente de la fachada principal, donde cada año las peregrinaciones llegan la noche del 11 de diciembre para dormir, cantar, bailar y orar. Para al día siguiente rendir tributo a la Virgen de Guadalupe.
Es así como el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se convierte en epicentro de una de las celebraciones religiosas más importantes para los tapatíos, reflejando la devoción del pueblo jalisciense a esta emblemática imagen.
LG