Jaime M, de 36 años, fue detenido por su presunta participación en la muerte de dos menores en un incendio a casa habitación en Tonalá. Los familiares de las víctimas dicen estar aliviados de que Jaime esté tras las rejas.
Después de una serie de peritajes sobre la mecánica del incendio, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, ingeniería civil y otras autoridades, sustentaron la hipótesis de que el incendio fue provocado.
Francisca Romero, abuela de las víctimas mencionó, que la persona detenida era su vecino y previo al incendio el padre de las menores tuvo un problema con él. Además, describió a Jaime como una persona conflictiva que de manera constante se peleaba con los vecinos de la colonia.
“Exactamente, si fue por eso, fue intencionalmente. Él se fue al tianguis (papá de las víctimas) y este aprovechó para prender fuego, no fue de que hayan dicho ahí se prendió si hay cámaras donde se ve que él prendió”, comentó Francisca.
Francisca narró que sus nietas, quienes vivían a la vuelta de su casa, la visitaban de manera constante. Desde pequeñas las crío y tenían una unión grande y fuerte; aunque, sabe que nada le regresará con vida a Lupita y Fátima, el que se castigue al culpable les regresará un poco de paz , la cual perdieron tras la muerte de estas dos pequeñas el 25 de octubre.
“Uno que hagan justicia y si se puede que no lo dejen salir nunca yo no voy a durar mucho viva, pero mientras yo viva a él no lo quiero afuera”.
Los hechos se registraron en un inmueble de la calle San Julián y Zapopan, en la colonia Jalisco, hasta donde se presentaron elementos de Protección Civil y Bomberos del municipio de Tonalá y servicios de emergencia.
"Ahora sí como dicen, que la ley tome cartas en el asunto y que Dios lo bendiga [...] Sí estuvo muy mal el acto que hizo, pero pues que Dios lo bendiga, Dios está allá, y él va a parar con Dios, va a ajustar cuentas", agregó Alejandra, tía de las niñas.
Al concluir con las labores de extinción, las menores fueron localizadas sin vida en una de las habitaciones de la finca. Las víctimas tenían 14 y 17 años.