Instituto Mexicano: el refugio en Puebla Francisco I. Madero durante la Revolución Mexicana

Instituto Mexicano de Maestros fue el inmueble que fungió como guarida y en honor al 'Apóstol de la Democracia'.

Instituto Mexicano Madero en Puebla | Andrés Lobato
Puebla, Puebla /

Puebla fue el refugio de las tropas liberales que defendieron la Revolución Mexicana, las cuales eran lideradas por Francisco I. Madero. El entonces Instituto Mexicano de Maestros fue el inmueble que fungió como guarida y en honor al 'Apóstol de la Democracia', el espacio fue bautizado como Instituto Mexicano Madero en 1911. 

Pedro Tulio Silva, director de esta institución educativa comentó para MILENIO Puebla, señaló que en ese mismo año, el entonces director Pedro Flores Valderrama dejó ingresar a la escuela a las tropas maderistas para refugiarse, ya que la policía federal los perseguía. Esta decisión cambió el rumbo e historia de este instituto.

"Pidió que estas tropas fueran a la azotea y que estuvieran calladitos. Todos los alumnos estaban tensos, no sabían lo que pasaba en su institución. Resulta que uno de los soldados escondidos, dice la historia, se le fue un tiro y las tropas federales vienen y apostaron a la entrada de la institución un cañón, dirigido hacia el edificio. Como vieron que no volvió a pasar nada, se fueron", narró.

Durante toda la noche los soldados permanecieron en el inmueble y al otro día con el mismo temor e incertidumbre. Los alumnos compartieron de su desayuno a las tropas del mártir Francisco I. Madero, quienes al final salieron invictos del intento de ataque por parte de los federales, narró Flores Valderrama.

"Los estudiantes les compartieron a las tropas insurgentes de su magro desayuno, así es como dice la historia, y al final de cuentas se fueron las tropas; ese fue el primer acercamiento directo con las tropas de Ignacio I. Madero", dijo.

Tras su victoria en la Revolución Mexicana, Flores Valderrama comentó que Madero hizo una entrada triunfal a Puebla en la Plaza de Toros ubicada a un costado del Paseo Bravo; después, visitó las instalaciones del Instituto Mexicano de Maestros IMM y en ese momento le dieron la noticia del cambio en el nombre a Instituto Mexicano Madero.

Los alumnos aplaudieron a su llegada y entonaron el himno nacional para después hacer un recorrido en las instalaciones, en el que lo vitorearon hasta el último minuto de su estancia.

 "Cuando Madero triunfa, viene directamente a visitar la institución, a platicar con los alumnos, con el director (...) Su presencia fue un impacto para los estudiantes, para el personal, fue que después cambió el nombre al Instituto Mexicano Madero, conservando las siglas IMM", señaló.

Además, Flores Valderrama resaltó que este espacio sirvió como una imprenta de folletos y panfletos que promovían al liberalismo revolucionario, un lugar que las tropas de oposición jamás pudieron encontrar y que hoy conservan parte de su esencia en honor a este momento histórico.

"En el taller de imprenta, se empezaron a imprimir folletos y panfletos alentando a la causa liberal, aquí se hacían y se repartían en la ciudad. Hubo una cosa muy curiosa: en alguna ocasión a los federales les dan el pitazo de que en la Escuela Metodista se estaban imprimiendo, pero llegaron a la otra sede, que era la escuela de señoritas, y no encontraron nada en un operativo por la noche, no encontraron la denominada imprenta clandestina", finalizó. 

GO 

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