Miguel Ángel ‘N’ quien es ex policía del municipio de Irapuato, fue sentenciado a 51 años de prisión por ser hallado responsable de los delitos de violencia familiar y la desaparición del su hijastro, el pequeño Juan David en el año 2022.
Fue este jueves cuando minutos después de las 10 de la mañana comenzó la audiencia en donde el juez determinó la sanción para Miguel Ángel, misma que tuvo un receso y fue reanudada minutos después de las 2:00 de la tarde; con pruebas de carácter científico, la Fiscalía de Guanajuato solicitó a un Juez, condenar severamente al padrastro del niño de 11 años violentado y desaparecido desde mayo de 2022, en la ciudad de Irapuato.
El castigo impuesto al ex policía, obedece a la gravedad del delito demostrado en hechos probados, por lo que permanecerá en la cárcel durante 51 años.
El ex policía es culpable por los delitos de desaparición, por el que fue sentenciado a 45 años de cárcel, y a 6 años más por el delito de violencia familiar, en agravio del pequeño Juan David. La sentencia se impuso después de que un tribunal de enjuiciamiento determinó la culpabilidad del imputado.
Miguel Ángel guardó silencio sobre el paradero del cuerpo del pequeño
A las 2:30 de la tarde de este jueves se reanudó la audiencia tras un receso que se determinó para que Miguel Ángel reflexionara si revelaba o no la ubicación del pequeño Juan David; pese a que la juez otorgó al ex policía municipal de Irapuato la oportunidad de dar información efectiva sobre el lugar en donde está el menor como una atenuante para reducir su condena, este decidió guardar silencio.
Norma Patricia Barrón, asesora de la familia de Juan David, señaló que en esta audiencia se intentó convencer a Miguel Ángel de que dijera dónde está el niño, a quien desapareció desde el 15 de mayo de 2022.
“No logramos entender cómo es posible que, si ya se te acreditó el delito, no puedas decir dónde está, no puedas hacer que descanse esa familia. Es algo inhumano, es una crueldad”, manifestó.
Durante la audiencia el padrastro contó con compañía especializada en sensibilización para que revelara la ubicación, datos que no sería considerados para ningún otro delito o serían tomados como un acto de autoincriminación. Sin embargo, Miguel Ángel optó por guardar silencio.
Así ocurrió la desaparición de Juan David
En la carpeta de investigación integrada a partir de la desaparición del menor en la colonia Urbi Villas del Rey, la Fiscalía acreditó que el padrastro del niño se encontraba en el domicilio el 13 de mayo de 2022, y entre las 00:00 y las 01:00 horas entró a la habitación de la víctima y lo sacó del domicilio en contra de su voluntad, con el argumento de que lo llevaría con su padre.
Horas después, el ex policía regresó al domicilio y la madre le preguntó por su hijo, a lo que respondió que, al ir caminando juntos, el niño se echó a correr y ya no supo nada de él. La madre insistió en saber el paradero de su hijo, pero Miguel Ángel decidió ya no decir nada. Desde entonces el pequeño no ha sido localizado.
En el avance de la investigación, la Fiscalía pudo establecer que el hoy sentenciado ejerció violencia física y verbal en contra de la víctima; entre las lesiones que le infligió se encuentran una herida en la cabeza y en el área de la boca.
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Miguel Ángel “N” de 45 años, fue detenido el 17 de mayo de 2022 y en audiencia, un Juez lo vinculó a proceso penal luego de que el Ministerio Público fincara los cargos criminales en su contra.
Cuando la Fiscalía investigó los hechos realizó una serie de acciones encaminadas a descubrir evidencias y dar con el paradero del niño. En este caso, fue importante la observación y la capacidad analítica, así como el seguimiento de una determinada metodología.
Entre los actos realizados por la Agencia de Investigación Criminal se rastrearon y procesaron diversos lugares. Peritos arqueólogos revisaron con georadar diversas áreas que pudieran tener relación con los hechos.
Se analizó la información encontrada en el celular del implicado, a partir de ello y de acuerdo a los datos obtenidos, se pudo determinar que el acusado reproducía determinada música mientras golpeaba al ofendido. En fotografías tomadas días antes de la tragedia, se aprecia su rostro con evidentes huellas de violencia.