El doctor José Arturo Gleason, investigador de la Universidad de Guadalajara (UDG), señaló que el Lago de Chapala está recibiendo menor ingreso de agua debido a la escasez de lluvia, así como menos servicios ambientales, por lo que mencionó que el abastecimiento en Guadalajara se vería afectado, ya que ha bajado la disponibilidad del agua a un 60 por ciento.
“Estamos desarmados y de la mano de la corrupción, de los gobiernos locales que permiten la construcción de grandes edificios hacia arriba y hacia los lados, pues estamos sacando demasiada agua de los acuíferos en este caso, de acuerdo al caso de Chapala y la recarga nada y si le añades este tema de las pocas lluvias, pues obviamente qué te esperas”, dijo Gleason.
De acuerdo al experto de la UDG, la poca presencia de lluvia, la ausencia de control de consumo, la nula existencia de políticas y reformas del cuidado de agua y la masiva construcción en viviendas en Jalisco, son un conjunto de situaciones que hacen que el estado sufra una crisis por escasez de agua.
“El Lago de Chapala, cada año apuesta por la provisión de agua de lluvia, de su cuenta propia le llamamos, o sea, por la lluvia que le cae directo al lago y el área de influencia que pudiera tener aportaciones de escurrimiento, obviamente que es la principal fuente de abastecimiento para Chapala, lamentablemente pues el Río Lerma ha sido un constante suministro y demanda, sin embargo, lo que llega del Río Lerma llega muy contaminado”, explicó el experto.
Gleason agregó que la forma en que la comunidad de Guadalajara ha gestionado el agua desde hace años es deplorable, ya que no exista una cultura del cuidado y ahorro del agua, y las autoridades siguen apostando a una sola fuente de este recurso: la presa del Zapotillo o lo que fue en su momento la presa de Arcediano.
“Una de las características lamentables, fallas del agua de nuestra ciudad que no se mide nada, no hay nada que se mida con exactitud, con precisión, entonces lo que estamos apostando nosotros es una crisis a ciegas, sin datos, sin nada esperando a que la realidad nos alcance y sálvese quien pueda”, manifestó el experto.
Ante esto, Gleason también dijo que no existe un conocimiento de los programas ni de la sociedad de cuánta agua hay en el subsuelo, ni cuánta agua entre en lluvias, por lo tanto, no han determinado la cantidad de este recurso restante y en cuántos años podría terminarse, por lo que confirmó que se está en camino a una crisis debido a la sobre explotación de las fuentes de abastecimiento.
AA