La muerte del maestro de música Jesús Castro Flores ha consternado a la comunidad en la colonia Valle de Santa Elena, en el municipio de Zuazua.
Él era profesor fundador del jardín de niños "José Antonio Muguerza Crespo", ubicado en el sector San Jorge, a donde llegó hace 6 años.
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"No... pues siempre fue un maestro muy dedicado, y muy cariñoso con sus alumnos. De hecho, mi niña estuvo con él en un concurso de canto, y mi niña lo quería mucho. Siempre fue muy buen maestro", comentó la señora Yesenia Ramos Rivera.
¿De qué murió?
Invidente, Jesús Castro Flores, de 53 años, falleció la mañana del pasado viernes 23 de junio, al ser impactado por las llantas "cuatas" que se le desprendieron a un tráiler en la avenida Miguel Alemán, en San Nicolás.
Un día antes de la tragedia, como si se tratara de un presentimiento, Castro Flores grabó una melodía de despedida para los alumnos que están por finalizar el curso.
Nadie sabía que se había despedido con ESTE video
Este hecho incrementó el sentimiento de tristeza e impotencia de quienes lo conocieron, pues no sabían que prácticamente se estaba despidiendo de la vida.
La noticia sobre la muerte del profesor consternó a alumnos, maestras y madres de familia del jardín de niños.
"Y ya después, en la noche, el kinder confirmó que era maestro de aquí de la colonia, de aquí de nosotros. Recibimos la noticia, sobre todo mi niña, con tristeza, porque sí lo conocía... y así", dijo la madre de familia Mónica Gaspar.
Envían mensaje a su esposa invidente
Las mamás y los propios niños enviaron mensajes de aliento a los deudos del maestro de música, especialmente a su esposa, también invidente.
"Que lamento mucho la pérdida porque él era un ser humano muy bueno, y pues deseo pronta resignación a la familia. Le envío mis condolencias. No la conozco a la familia, pero al maestro sí lo conocí", agregó Ramos Rivera.
Fue así como, de pronto, de un momento a otro, la tristeza se apoderó de los niños del kinder "José Antonio Muguerza Crespo", entre ellos la hija de la señora Mónica Gaspar, quien habita por la calle Roma.
"Está triste mi hija, y pues dice que ya no van a tener quién les dé clases, y todo eso. ¿Pero pues... uno no controla estas cosas... verdad?, puntualizó Mónica Gaspar".
Un pequeño altar en la entrada del plantel, adornado con unas flores ya marchitas, con retratos a lápiz y fotos, da cuenta del cariño y el afecto que el maestro cosechó a lo largo de los años.
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