El pasado 26 de agosto, el periodista y académico, José Luis Esquivel Hernández , falleció a sus 78 años luego de décadas de formar periodistas en las aulas y redacciones de Nuevo León. Hoy, le rendimos honor al hombre, al amigo, al maestro, al comunicador.
Aunque oriundo de Ramos Arizpe, Coahuila, el profesor Esquivel pasó una vida en el Área Metropolitana de Monterrey ejerciendo el periodismo y la docencia, profesiones que abandonaría sólo unos días antes de partir.
En una entrevista inédita realizada en 2018 y difundida hoy en Telediario, el que fuera catedrático de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) , expresó lo que significó para él ser periodista.
Entre los trabajos que Esquivel Hernández más destacó, fue su participación como reportero en el Mundial de Futbol de México 1986, en donde pudo realizar una amplia cobertura informativa.
Contó que, como periodista en Monterrey, inició la Copa del Mundo haciendo reportajes sobre las concentraciones de las selecciones que hicieron base en la Sultana del Norte, en este caso, Marruecos, Inglaterra y España.
No obstante, señaló que ya en medio de la justa deportiva, pudo vivir a ras de césped encuentros como el empate entre México y Paraguay en el Estadio Azteca, la victoria de Dinamarca por la mínima contra Escocia, y el trepidante y polémico partido en el que Argentina le ganó a Inglaterra con “la mano de Dios”, obra de Diego Armando Maradona.
Sobre esta experiencia, el profesor Esquivel mencionó que también pudo trabajar cubriendo el partido de cuartos de final en el que México perdió en penales contra la República Federal de Alemania, en el Estadio Universitario, en territorio de San Nicolás de los Garza, Nuevo León.
“Nos lo repartimos, te digo, sí me dieron la inauguración, la clausura, pero ahí sí porque eran los juegos claves, pensaron que yo podría. Tomaba fotos y hacía la crónica, y hacía entrevistas, era muy completo”, dijo el periodista sobre su labor en la Copa del Mundo.
¿Cómo se definía José Luis Esquivel de manera personal y profesional?
“Soy un individuo con muchas aspiraciones de ayudar a la gente, de hacer el bien, eso es lo que siempre quisiera, y por lo tanto, no hacer el mal a nadie. Mi aspiración como persona es vivir en paz, tener armonía con el medioambiente, con los que me rodean, con aquel que se acerque a mi y quiera dialogar, estar en paz, estar tranquilo.
“Desde luego me defino como una persona muy inquieta, con la voluntad de no parar en lo que me gusta, y eso quisiera que lo hicieran todos, porque desde luego, te lleva a la definición por la que todos vivimos, de estar agusto, de ser feliz, y hacer feliz a los que te rodean.
“Yo creo mucho en la solidaridad, y creo mucho en la trascendencia de los actos de las personas, entonces, lo que la política como definición original nos enseña, es velar por el bien común de esa sociedad en donde tu estas, por lo tanto, yo no tiro un papel, yo no pateo un perro, no me nace a mi como ciudadano dejar de cumplir con lo que debo cumplir, aunque a veces, desde luego, comete uno infracciones”, expresó el profesor de la UANL.
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En el ámbito profesional, ya sea como reportero/periodista o maestro, Esquivel Hernández era bien conocido por imprimir una pasión desbordante al momento de ejecutar su trabajo, voluntad que aplaudieron sus alumnos y colegas hasta el final de sus días.
“Como periodista yo me considero muy enérgico en la seguridad con la que se debe informar. Tiene cuatro pasos el periodismo, y a mi me encantan los cuatro pasos. Primero que nada, hay que buscar la información, investigarla, contextualizarla, es parte del trabajo operativo de uno que me hace impulsivo, soy muy impulsivo, y a la vez, además, muy inquisitivo ‘¿por qué está eso allá? no lo había visto’, entonces, hay que investigar.
“Segundo, hay que informar porque es mi papel. En todos los ámbitos del periodismo, en cualquiera de las secciones que le interesen a las masas. El tercero, después de investigar, y después de informar, pues es, desde luego, orientar. Entonces, me gusta mucho sacarle partido a una columna en el futbol. Que no baste el dato duro de quién ganó el Clásico, sino que también es muy importante hacerle ver los por qué y los cómo a la gente.
“Cuando tu lees a alguien que está muy bien informado, dices: ‘yo quiero ser ese’. Le ayudas mucho a saber a la gente, pero cuando encuentras una columna de alguien que, además de estar bien informado, sabe analizar, entonces tu dices: ‘me orientó’”, dijo en su momento el periodista.
El comunicador enfatizó que sin duda el cuarto paso del periodismo es el que para él, manda al reportero a otro nivel, profesionalmente hablando, pues provoca que su audiencia “saboreé” la información.
“Y el cuarto paso, desde luego, es el de la contextualización, que te lleva al lenguaje literario. Hay que darle ritmo, color y sabor. Entonces el lector o el radioescucha, no solo se entera o se orienta, sino que lo saborea.
“‘Me gusta leer a ese, porque escribe muy bonito. Éste informa, y muy bien’. Bueno, a mí me gusta, que además de informar, le agrade cómo informo al lector, o al televidente, o al radioescucha”, dijo el maestro José Luis Esquivel.
“Novato uno, pues informas el dato duro y andas ahí, pero luego hay que aspirar a más. La investigación tiene que ser muy severa. Así veo el periodismo, y ese soy yo.
“Cuando yo saboreo lo que hago, me estoy atendiendo a mí mismo, y quiero que mi gusto sea el gusto de otros”, agregó.
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¿Cómo fueron los primeros acercamientos de José Luis Esquivel al periodismo?
Con una formación primero en filosofía y letras, y posteriormente en ciencias de la comunicación, el maestro José Luis Esquivel forjó su carrera de comunicador desde su infancia, al labrar paso a paso su camino a la actividad reporteril.
“Yo creo que soy un afortunado de haber nacido para la comunicación, porque está, desde luego, primero que nada, la curiosidad. El periodista que no se sorprende con lo que ve, oye, o simplemente, atiende, pues está hecho como un robot, para un trabajo técnico, a lo mejor muy bueno, pero, para mi el verdadero periodista es el que da con la noticia por su verdadera intuición, y la intuición es parte de la curiosidad, de la capacidad de asombro, nunca lo debe de perder un periodista”, señaló.
“Yo desde niño era muy inquieto, muy curioso, y mi capacidad de asombro era desde niño, y, desde primaria, yo ganaba concursos de oratoria, de declamación, y me gustaba mucho escribir.
“Como a los 12 años, además de leer los periódicos que andaban volando por ahí en la calle, que eran periódicos viejos, porque quería saber yo, y me gustaba; escribía yo”, mencionó.
El eterno reportero, contó una anécdota sobre una recopilación de recortes y escritos de hechos noticiosos que convirtió en libros, y que, con el paso del tiempo, fueron una evidencia más de que su vida iba encaminada al mundo de la información.
“Hice, cuando tenía 14 años, cuatro libros, pero no son libros que yo haya escrito, sino que eran recortes de lo que yo decía ‘esto no se debe perder’, y/o pasaba a máquina, si podía recortaba la revista y los mandaba a encuadernar; tenía 14 años. Hoy esos cuatro libros, únicos, un sólo ejemplar, son tesoro para mí, y me dice que ahí estaba el futuro periodista”, expresó.
¿Cuál es el lugar que ocupa un periodista en la sociedad, según José Luis Esquivel?
Para el profesor Esquivel, el oficio del periodista en la sociedad moderna ha sido subestimado, pues consideró que no se ha entendido la labor desde el punto de vista de la riqueza social, del verdadero valor del conocimiento y del saber.
“Tiene un estatus de incomprensión, porque la gente es convenenciera, y entonces, no valora lo que es riqueza social, espiritual, intelectual, de lo que hace ese reportero. No funcionaría la sociedad, sino hubiera quien informara, y antes, quien buscara esa información, estaríamos en blanco. Necesitamos saber, es la función de informar, ayudar a saber que pasa en la sociedad”.
“Te vuelvo a decir, en todos los campos de la sociedad, deportiva, económica, política, espectáculos, todo lo que tenga que ver con el mundo, es gracias a un reportero que lo conocemos, pero la sociedad no lo valora, porque no le da un estatus económico a ese oficio o profesión, que sí le da a otras que tienen que ver con el relumbrón del puesto del dinero”, dijo.
Esquivel Hernández recalcó una vez más su amor y entrega por el periodismo, dejando entre claro que siempre ejercería dicha profesión hasta la muerte.
“Yo le doy el lugar que debe y que merece; y que quiero tener siempre, como reportero, y quizá hasta que me muera, yo quiero ser reportero hasta que me muera.
“Me encanta a mí ser reportero, es para mí, el tronco del saber, pero es un saber, a veces no valorado por la gente, porque no es un saber científico, no es un saber de relumbrón, pero dime tú, cuántas veces no te sirve saber, simplemente, cómo está la circulación en tal parte”, expresó.
José Luis Esquivel dejó un valioso consejo para periodistas
El maestro José Luis Esquivel subrayó que para ser un buen reportero/periodista, debes primero estar informado en todo momento, para así, poder transmitir de manera veraz, oportuna y contextualizada las noticias al público.
“La recomendación básica para un profesional de la noticia es inmediatamente, enterarte por el medio que quieras, cómo está la realidad que te rodea, y que le interesa a la mayoría”, mencionó.
“Así debe cerrar un reportero (el día), siempre con una lluvia de noticias, que no lo pesquen sin información. Ahora, no siempre de tu área, si tu trabajas como reportero de la sección policiaca, le debes de dar importancia a todo lo que al irte a dormir está sobre la mesa de la seguridad pública, pero también de otras cosas, pues el mundo no se desconecta”, indicó.
Como cierre de la plática entre el maestro y uno de sus tantos alumnos, ahora periodista, José Luis Esquivel hizo una síntesis de la importancia de la docencia, y su relación con la capacidad para comunicar y para informar.
“El papel de la docencia es un papel importantísimo, en lo formativo, como lo es también en lo informativo, nutrir de conocimientos, nutrir de datos que le sirvan al individuo para ser lo que quiere ser como profesionista, y, desde luego, ayudarlo a que lo haga a través de la práctica, mediante la técnica.
“Ese es el papel de la docencia, ayudarle a que cumpla sus sueños, a todo aquel que quiera trascender en la sociedad a través del conocimiento”, sentenció el eterno reportero.
“'Jamás se arrepienta de sus decisiones. Las consecuencias incómodas, a veces, son parte del reto de vivir'”, le escribió por mensaje alguna vez el profesor José Luis Esquivel a Yulissa Meza, una de sus queridas estudiantes.
“El maestro Esquivel sin duda alguna, fue - y aunque en el recuerdo siempre lo seguirá siendo- una persona que no podía dejar de marcar la vida de quien cruzará su camino con él. Sus ganas de vivir, la enorme pasión por el periodismo y ese ímpetu tan suyo por aprender y no estar quieto -porque así era José Luis Esquivel Hernández-, son virtudes que Dios le regaló a manos llenas, y que él nunca puso resistencia en compartirlas con el mundo.
“Por ahí dicen que hay maestros del aula y maestros de vida, pero yo creo que el llevó las enseñanzas a más que esos dos planos”, dijo Meza en palabras para su querido maestro.
Esta entrevista es publicada como homenaje a la memoria del profesor y periodista José Luis Esquivel Hernández, un hombre que inspiró a cientos de comunicadores (entre ellos yo) que hoy tienen en él un ejemplo de profesionalismo.
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