Entre las tantas maravillas de Puebla también están sus fuentes y monumentos históricos, muchos de ellos con casi un siglo de existencia.
En nuestros tiempos podemos observar algunas fuentes emblemáticas, que quizá desconocíamos su historia, incluso no siempre estuvieron en el lugar que hoy conocemos, es decir, en algún momento permanecieron en otros puntos de la ciudad de Puebla.
La fuente barroca del Zócalo de Puebla
San Miguel Arcángel es la fuente que engalana al Zócalo de Puebla; fue construida en el año 1777 para reemplazar a la pieza que dotaba de agua a la plaza de armas.
La obra estuvo 95 años en ese lugar hasta que en 1872 fue trasladada a la Plazuela de San Francisco, es decir, a un costado de la iglesia de Dolores a unos metros del bulevar 5 de Mayo.
En lugar de la fuente el Zócalo de Puebla tuvo un quiosco de estilo morisco, pero fue desmantelado en 1961 para que al año siguiente, en 1962, el santo patrón de la Angelópolis, San Miguel Arcángel regresara al corazón de la ciudad. El regreso de la fuente se dio en medio de los festejos por el centenario de la Batalla de Puebla y desde ahí no ha tenido otra modificación.
El monumento fue edificado por Juan Antonio de Santa María y Cao Romero, y por cierto, la fuente de San Miguel tiene una réplica en el parque Habana de la colonia América.
La fuente del Barrio del Artista
En el libro 'Las Calles de Puebla' del escritor poblano Hugo Leicht, se da a conocer que el mercado de El Alto ubicado en la avenida 14 Oriente, poseía una fuente.
Dicha pieza habría permanecido en el patio del convento y hospital, después cárcel de San Juan de Dios. Esa fuente estuvo en los años 30, de hecho esa fue la fecha de construcción del mercado de El Alto.
La fuente fue retirada del lugar y ahora es uno de los atractivos más visitados en el Barrio del Artista. Hoy al pasar por el barrio de El Alto, únicamente podemos ver la banqueta en donde estuvo la fuente.
La fuente del Teatro Principal y sus extintos jardines
La fuente del Teatro Principal cerca de la iglesia de San Francisco y Dolores en el bulevar 5 de Mayo, es unas de las icónicas de Puebla.
En los años 70, a pocos años del entubamiento del río San Francisco, la explanada del teatro tenía un camellón ancho con jardines con bancas y macetones.
Actualmente el panorama es diferente, ya no existen los adornos, pero no podemos dejar de negar que es una de las obras más vistosas desde que uno ingresa a la ciudad tejida por ángeles.