Desde los 11 años, Esau Gutiérrez se ha dedicado de manera independiente a la creación de graffiti, atendiendo a problemas sociales y usando su arte como manera de protesta.
El graffiti es un arte que, en sí mismo, lleva implícitos no solo unos tintes de libertad de expresión, sino también de denuncia, espacios o características que han sido aprovechados por muchos de los artistas que se dedican a ello; esto pese a que, en ocasiones, el crear puede ser complicado para ellos.
Si bien Essau es un artista que se ha dedicado a algunas otras disciplinas, como el tatuaje, el cual le apasiona; el graffiti le resulta particularmente especial, ya que es el espacio donde siempre ha podido alzar la voz y externar su opinión.
“Sí, yo creo sí, porque así comienza, ¿no?, es parte de la cultura, como de ir en contra, se podría decir. Ya ha evolucionado, y hay gente que hace otro tipo de trabajo, pero yo creo que sí es válido, porque es donde uno puede poner su voz, o dar a entender que hay alguien”, dijo.
En general, ha participado en muchos proyectos por cuenta propia y en ocasiones de la mano de su colectivo, haciendo graffiti de resistencia, y abordando principalmente temas políticos.
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“En el tatuaje no es tanto así, como que sí es más separado, en el tatuaje es más diferente, porque pues la gente está adquiriendo algo, es más como un servicio; y en cambio más por fuera es la libertad de hacer ya, lo que tú quieras”, expresó.
Por otra parte, ha observado algunos ‘contras’ al dedicarse a esta labor durante tantos años, las cuales van más allá de lo económico, ya que en ocasiones puede meterse en problemas, debido a que gran parte de los que comienzan a crear, lo hacen de manera ilegal.
No obstante, en cuanto a los aspectos positivos de ello, comenta que esta disciplina ha permitido a muchas personas alejarse de otras actividades que puedan ser negativas, y que incluso en ocasiones ha salvado muchas vidas.
“Conozco compañeros que hasta te podrían decir que les ha salvado la vida, tiene algo más allá que solo los escritores que lo hacen , lo sienten; saben de qué hablo (…)porque uno anda, pues en la calle, y hay muchas cosas fáciles a las que uno se puede inclinar y andar más en otros asuntos, y que en cambio yo, y varios compañeros que conozco han visto el arte o el graffiti, lo que sea; la disciplina en la que se estén desenvolviendo les ha cambiado el rumbo de sus vidas”, concluyó.