Un incidente ocurrido recientemente en el jardín de niños Cándido Navarro, en la ciudad de León, ha desatado una ola de indignación tras la difusión de un video que muestra a un niño encerrado por su maestra en un salón de clases, aparentemente como castigo por "no obedecer".
El hecho, que ocurrió durante el turno vespertino, levantó serias preocupaciones sobre el manejo de la disciplina en instituciones educativas de nivel preescolar.
- Política
Maestra encierra a niño por desobedecer
En las imágenes que circulan en redes sociales, se puede observar al menor desesperado, pidiendo ayuda a otro niño para que lo libere del encierro. "¿Tienes la llave?", pregunta el pequeño, claramente angustiado por la situación. Mientras tanto, desde la distancia, una persona que graba la escena le asegura que la maestra se encuentra afuera del salón. El video muestra posteriormente a la docente sacando al niño del aula, llevándolo de la mano mientras el niño sigue llorando y exclamando: "¡Quiero salir!".
El video también contiene un mensaje dirigido a las madres de familia, donde se alerta sobre la conducta de la docente: "Mamás del kínder Cándido Navarro del turno vespertino, tengan cuidado con esta maestra que encerró a un alumno sólo por portarse mal, creo que no es manera de educar a un alumnito". Este mensaje ha generó también múltiples comentarios en redes sociales, donde los usuarios expresaron su rechazo hacia las medidas disciplinarias extremas, exigiendo una intervención rápida de las autoridades competentes.
¿Qué dicen las autoridades?
Hasta el momento, la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente, lo cual ha sorprendido a muchos dado que en situaciones similares la institución ha iniciado investigaciones de oficio. Esto ha llevado a una mayor presión pública para que las autoridades actúen, especialmente en un contexto donde la protección de los derechos de los niños y su bienestar dentro del sistema educativo es una prioridad social.
Diversos colectivos y padres de familia han mostrado su preocupación por este tipo de actos y han instado a que se revisen los protocolos de manejo de la disciplina dentro de las instituciones educativas, para garantizar que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse. Además, se espera que tanto la Secretaría de Educación como la Procuraduría tomen medidas para aclarar lo sucedido y aplicar las sanciones correspondientes si se determina que hubo una violación a los derechos del menor.