Dulces de la Rosa es un confitera de tradición en México, pero ¿cómo se hicieron reconocidos estos productos y por qué la gente los prefiere? ya que en cada piñata, bautizo o posada es inevitable encontrar un mazapán o un dulce de la marca.
Todo inició en 1942 cuando Jesús Michel González y su familia iniciaron un negocio en Guadalajara, Jalisco, esto con la necesidad de mantener a su familia. Los fundadores empezaron la elaboración artesanal de dulces en casa, principalmente vendían paletas de malvaviscos y caramelos en forma de guitarra.
Cuando iniciaron la elaboración de los mazapanes, los dulces de cacahuate eran vendidos sin marca, envueltos en papel 'orito' (de un lado blanco y dorado del otro). Después se decidió que se venderían con el nombre 'Conitas'.
Luego de iniciar la comercialización, tuvieron que cambiar el nombre porque otra compañía jalisciense que también vendía mazapanes denunció que la etiqueta de 'Conitas' era muy similar a la de ellos, por lo que amenazó con denunciar a la marca, ya que generaba confusión al consumidor.
El señor Michel decidió poner una rosa a la nueva etiqueta, con motivo de que había una campaña que identificaba a Guadalajara como la ciudad de las rosas. Posterior a esto, la gente le puso el nombre al mazapán ya que en la tienda pedían "el mazapán de la rosa".
"El mazapán de la rosa es un dulce para el pueblo y el pueblo fue el que puso el nombre" Jesús Michel González
Así fue como nació el nombre del mazapán y de la fábrica de dulces de la Rosa, ubicada en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco desde 1969, actualmente la marca tiene presencia en todo México, además, tienen exportaciones a Estados Unidos, Canadá, Centro América, Europa y Medio Oriente.
MGB