El Mercado El Alto, ubicado en uno de los barrios históricos de Puebla,es un rincón que ha sido testigo de la evolución y transformación de la cultura culinaria y musical de la ciudad desde su fundación en 1930.
Originalmente un modesto tianguis donde se comercializaban frutas, verduras y carne, el mercado se ha convertido en un epicentro de la gastronomía poblana y un vibrante punto de encuentro para amantes de la música del mariachi.
Inspirado por la creciente demanda de productos frescos y locales, el Mercado El Alto surgió cuando el Mercado de la Victoria no pudo satisfacer la necesidad de abastecimiento en la ciudad.
Con el tiempo, se construyeron locales fijos en este espacio, y su enfoque se desplazó hacia la preparación y venta de platillos típicos de Puebla, como cemitas, pozole, gorditas, quesadillas y moles.
En la actualidad durante las noches el mercado cobra vida debido a que se llena de mariachis, tríos y grupos de música banda que interpretan melodías mexicanas para aquellos que los contratan.
Esta tradición musical a menudo se extiende hasta altas horas de la madrugada, convirtiendo al Mercado El Alto en el "Garibaldi de Puebla", una referencia al famoso punto de encuentro musical en Ciudad de México.
El Alto celebra a su patrona Santa Cecilia
Cada 22 de noviembre, el mercado rinde homenaje a su patrona, Santa Cecilia, con serenatas y las mañanitas interpretadas por los músicos del mercado.
Antes de esta celebración, un párroco ofrece una misa en honor a la santa, que es venerada por cada mariachi que encuentra en la música una pasión y una forma de vida.
Además se hace una verbena popular en los alrededores del mercado.
¿Cómo es el mercado El Alto de Puebla?
Este mercado, que ocupa una manzana completa, se encuentra frente a Casa Aguayo, un edificio gubernamental donde despacha el gobernador del estado. A un lado, se ubica El Portalillo, que alberga más personal de gobierno.
Además de la música, los visitantes pueden degustar tamales, memelas, quesadillas y otras delicias preparadas por los locatarios en este emblemático espacio.
El edificio del Mercado El Alto, que cumplió 93 años desde su fundación en 1930, destaca por sus paredes rosadas y una entrada principal amarilla con un portón azul que da la bienvenida a los visitantes.
En su interior, los locales están pintados de rosa y ofrecen mesas y sillas para los comensales. Las cartas de los antojitos mexicanos, especialmente los platillos poblanos, son una constante invitación a explorar la riqueza gastronómica del lugar.
El Mercado El Alto es mucho más que un centro de abastecimiento y comida; es un rincón histórico de Puebla donde la música y el sabor se fusionan para brindar una gran experiencia a locales y visitantes.
ERV