Con el grito de su mamá: “¡Vas a estar en mi corazón todo el tiempo hijita, toda mi vida mamita santa!”,Milagros Monserrat fue despedida por amigos y familiares en el panteón San de Nicolás en León, Guanajuato.
En medio de un sábado nublado y al grito de justicia, familiares y amigos dieron el último adiós a Milagros Monserrat, a quien le arrebataron la vida de cinco puñaladas la mañana del jueves 10 de agosto en la colonia Granada.
Fue a las 2 de la tarde del sábado 12 de agosto en que se llevó a cabo la misa de cuerpo presente en la funeraria en la que fue velada en la colonia de San Juan de Dios, para posteriormente partir rumbo al panteón de San Nicolás.
A las 3:00 de la tarde trasladaron el cuerpo de Milagros al Panteón de San Nicolás; la carroza que la llevaba salió de la funeraria entre aplausos por familiares y ciudadanos que se hicieron presentes y gritaban "Milagros, Milagros, ra, ra, ra", al tiempo en que frotaban entre sus manos pañuelos blancos en símbolo de unión a los familiares por la lamentable perdida.
A pie desde la funeraria, más de cien personas caminaron hasta el panteón, en el lugar ya los esperaba un grupo norteño quienes entonaron “hermoso cariño”, “Amor eterno” y “Te vas ángel mío”.
Ya en el panteón, la mamá de Milagros se detuvo a abrir el ataúd, al tiempo en que gritaba: “¡Vas a estar en mi corazón todo el tiempo hijita, toda mi vida mamita santa!”, cayendo desmayada, por lo que inmediatamente familiares la abrazaron y personal de Protección Civil le brindaron los primeros auxilios.
Compañeros y amigos de la empresa donde trabajaba Milagros se hicieron presentes con coronas de flores; mientras cantaban “Hermoso Cariño”, los restos de Milagros eran depositados en la cripta del panteón.
Una vez sepultados los restos de Milagros, familiares y amigos hicieron oración pidiendo su descanso eterno; al final, Erika Meza, hermana de Milagros Monserrat agradeció la asistencia y el cariño que tenían por Milagros, mencionando que, si no la olvidaban, ella siempre iba a estar con ellos, por lo que les pidió mantener su recuerdo vivo y recordarla como era, una gran persona, trabajadora y de buen corazón.