Tras días varados en la Central de Autobuses en Monterrey, un grupo de migrantes sudamericanos pudieron atestiguar la falta de agua que se vive en Nuevo León.
En entrevista para Telediario, madres de familia venezolanas relataron sus primeros días al arribar a la Sultana del Norte.
Jeanine Figuera y Mariana Martínez fueron abandonadas junto con sus familias en plena carretera a la mitad de la noche. Para llegar a Nuevo León tuvieron que pasar horas de camino para hacer una primera escala en Saltillo.
De la capital coahuilense tomaron un camión hacia Monterrey, y fue ahí, donde su trayecto se empezó a trabar.
Figuera comentó que no pensaban quedarse varios días en la Ciudad, por lo que la primera noche decidieron rentar una habitación de hotel para sus dos niños, su esposo y ella.
Durante su primera y única estancia, notó que el inmueble no contaba con el suministro de agua en los baños
“Si nos ha tocado, por ejemplo, los baños públicos a veces no hay agua para nosotros ducharnos, el primer día que llegamos, porque pensábamos que no íbamos a demorar tanto, pagamos un hotel, y tampoco había agua”, contó.
Mencionó que desafortunadamente no es una situación desconocida para ella ni para sus connacionales, pues en Venezuela cortan el servicio durante varios días por completo, e inclusive hay recurrentes apagones.
“Bastante, un día sí, y un día no, no dan razón, nadie sabe nada, igualmente la luz”, explica sobre la nula rendición de cuentas que tiene el gobierno de Nicolás Maduro con sus ciudadanos por las deficiencias en los servicios públicos básicos.
Por otro lado, Mariana, quien acompaña un grupo de 15 migrantes, reafirmó lo dicho por su compatriota, pues ella de igual manera se hospedó por unos días en un hotel del Centro de Monterrey que no contaba con el servicio de agua.
Martínez señaló que han tenido que pagar a privados para que esporádicamente les permitan bañarse, sobre todo a los más pequeños, y rechazó que alguna persona haya querido abusar de dicha necesidad por el momento.
“Antes de que se nos acabaran los ahorros nos quedamos en varios hoteles, varias noches que ya no podíamos más y sí, los hoteles no tienen agua, pero estando aquí (en la central), nos ha tocado comprar para tomar y a veces hasta pagar para bañarnos, que es duro”, indicó.
Finalmente, mencionaron que la administración de la Central de Autobuses de Monterrey permitió el ingreso gratuito a los baños ante la situación de crisis migratoria, pues regularmente tienen un costo de seis pesos por persona.
cog