Entre menos agua tiene, doña Sara Guevara Hernández paga más por ella.
A partir de marzo, cuándo se implementaron los cortes en el suministro, a ella le llegaron los recibos por encima de los 20 mil pesos mensuales de consumo.
En Agua y Drenaje diagnosticaron que había una fuga dentro de su casa, por lo que ella cambió toda la tubería, pero el cobro sigue dándose.
En casa de doña Sara viven cuatro personas, y tiene un puesto de comidas, aunque el agua solo la usa para lavar las ollas y cacerolas. Su consumo fluctuaba entre los mil 500 pesos los 2 mil 500 pesos, pero en abril le cobraron 22 mil pesos, en mayo 33 mil pesos en junio casi 20 mil pesos.
Ella no tiene con qué pagar semejantes cantidades, y pidió a la paraestatal que mejor le corten el servicio, porque, aunque considera que el cobro es excesivo, tendría que pagarlo en abonos.
Desde el primer recibo de alto costo acudió a las oficinas de agua y drenaje, yo un abono de cinco mil pesos y pidió que realizará en el medidor, porque incluso con todas las llaves cerradas, sigue girando. Pero no le hicieron caso.
La deuda ya supera los 75 mil pesos, un dinero que doña Sara no tiene, aunque considera que tampoco ha consumido tanta agua, pues una fuga de 198 metros cúbicos mensuales en las tuberías ya habría socavado su casa.
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