Tras año y medio de poco o casi nada de trabajo, la señora Verónica Díaz junto con su esposo Daniel, ahora fabrican a contra reloj los uniformes escolares que usarán los niños durante el regreso a clases presencial este lunes.
La costurera, platicó que los últimos dos años fueron muy complicados, pues era poca la venta de uniformes, pero tras el anuncio del estado los teléfonos de su local, en el Centro de Monterrey no ha dejado de sonar... y ahora se enfrenta a otra problemática los proveedores de telas se encuentran saturados y los tienen en lista de espera.
“Como podrás ver super mal, tuvimos un año y medio parado todo, se nos quedó en stock, las telas guardadas”.
“Fue una la locura porque era ver el stock que teníamos, hablar con proveedores, pero ellos nos dicen, que no soy la única habemos muchos y estamos pidiendo al mismo tiempo, ellos están saturados y nos dicen que los esperemos un mes para surtirnos lo que necesitamos".
Mientras esperan el material, para fabricar los tres uniformes que realizan, están atendiendo a los padres de familia con el stock que tenían, pero algunas tallas ya no tienen, por lo que piden compresión a los papás y directivos.
“Se vinieron todos queriendo uniformes, se les surtió con lo que teníamos y a los que no podíamos por las tallas o así les pedimos esperarnos 15 días para conseguirles la mercancía a los papás”.
“Ellas (las directoras) se están poniendo accesibles, y nos dicen 'súrteme deportivo' y es lo que vamos a surtir”.
En medio de la crisis económica, la trabajadora deberá costear el incremento del 15 por ciento de las telas.
“No hubo entradas, nos aumentaron los precios un 15 por ciento y estamos tratando de mantener el mismo precio para no afectar la economía de los papás".
Será este lunes cuando el alumnado de nivel básico regresará a las aulas de manera obligatoria.
cog