La muerte del joven Saúl Rojas, quien fuera arrastrado por la corriente en la semana tras las fuertes lluvias en el Área Metropolitana de Monterrey, volvió a poner bajo la lupa una obra inconclusa de gran riesgo.
Se trata de trabajos de introducción de drenaje pluvial en la colonia San Martín de la capital de Nuevo León, específicamente en el cruce de las calles Bartolomé Mitre y Marcelo Torcuato de Alvear.
En este sitio yacen enormes huecos de unos cinco metros de profundidad aproximadamente, mismo que se han estado cerrando y abriendo por tramos durante años, según cuentan los colonos.
El joven Saúl Enrique Rojas bajó de su vehículo en dicha intercepción, para ser arrastrado por la fuerte corriente unos 60 kilómetros hasta el municipio de Doctor González, donde encontraron su cuerpo.
Los vecinos señalaron a Telediario que las peligrosas obras llevan 9 a 10 años activas, pausándose por algunos intervalos de tiempo, y por supuesto, siendo un riesgo latente para todos los habitantes de la zona.
Debido al tamaño de los trabajos, así como el escombro que deja, no es posible transitar por la calle, por lo que las personas que viven junto a la obra, tienen que dejar sus vehículos en otro sitio cercano al llegar a sus hogares.
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