Abel Antonio Rojas Pérez, tiene 52 años de edad y lleva conduciendo cerca de año y medio a “El Padrino”, un mototaxi que maneja a diario entre 8 a 10 horas para llevar el sustento a su hogar.
Esta opción de autoempleo surgió tras meses de búsqueda de un empleo formal, el cual no obtuvo debido a su edad, por lo que invirtió sus ahorros en una unidad e incursionó en el servicio de los mototaxis, mismo que tiene amplia demanda en la junta auxiliar de San Lorenzo Almecatla, ubicada en Cuautlancingo, Puebla.
Hoy en día, don Abel lleva invertidos más de cien mil pesos para que su unidad cumpla con los nueve puntos que la Secretaría de Movilidad y Transporte (STM) publicó en el Reglamento de la Ley de Transporte del Estado de Puebla en el 2022, necesarios para prestar el servicio de transporte público de este tipo.
“Un total aproximado de 120 mil pesos, en lo que es la unidad, unos 105. El toldo 6 mil 500, los espejos y el avión mil 500 cada uno, su costado 4 mil y un polarizado que protege de los rayos solares” detalló.
Aunque considera que es una fuente de ingresos sin tantos altibajos, don Antonio vive con la zozobra de perderlo todo, ya que en el artículo 194 de reglamento citado, en el punto 5 indica que:
“Solo se autorizará en zonas que por sus características físicas, urbanas, demográficas y geográficas especiales, donde la demanda así lo establezca y esta no pueda ser satisfecha por algún otro de los servicios de transporte.”, sin que hasta el momento haya un diagnóstico de dónde se puede prestar este servicio.
Multimedios Puebla realizó una solicitud de información sobre la cantidad de mototaxis que hay en el estado, pero la SMT respondió que no cuenta con un registro y dio a conocer solo el conteo de los vehículos o unidades que prestan los servicios de transporte público y mercantil de forma irregular.
Esto quiere decir, sin una concesión o permiso correspondiente, mismas que fueron retiradas de la circulación de 2019 a 2021 y sólo se incautaron 15 unidades mototaxis en los municipios de Chiautla de Tapia, Xicotepec, Teziutlán, Puebla, San Martín Texmelucan, Tehuacán, Tepeaca y Ciudad Serdán.
Al igual que don Abel, cerca de 100 conductores de este medio de transporte, en el municipio de Cuautlancingo, están a la expectativa de que la autoridad se ponga “quisquillosa” y considere que este municipio no cuenta con las características citadas por el reglamento.
Los mototaxis se han vuelto necesarios para la movilidad en Cuautlancingo
En la junta auxiliar de San Lorenzo Almecatla, en Cuautlancingo, las mototaxis tienen éxito porque hay un gran número de pasajeros provenientes de fraccionamientos y colonias donde no ingresan las rutas de transporte público.
Por otra parte, hay zonas donde los accesos son muy angostos o están en malas condiciones; por ello, las combis o los camiones no pueden transitar, lo que parece cumplir con uno de los requisitos para su operación.
Transportistas se unen para prestar el servicio de mototaxis en bases
Tres agrupaciones de transportistas se organizaron para prestar su servicio en varias bases, en puntos estratégicos como centros de trabajo o a la parada de las rutas reglamentadas.
Una de estas organizaciones es el Grupo San Lorenzo, coordinados mediante radios, que tienen como base principal la calle Carranza esquina con Josefa Ortiz de Domínguez, en el corazón de Almecatla, donde prestan su servicio sobre todo a padres de familia que dejan y recogen a sus hijos en los centros educativos.
Otro factor de estas unidades son los costos, los cuales varían de acuerdo a la distancia y al número de personas, teniendo como máximo de pasajeros tres adultos, con una tarifa desde los 10 hasta los 30 pesos por viaje.
Los conductores de las motos pasan mucho tiempo en sus unidades, por tal motivo hacen de sus unidades algo cómodo y personalizado, lo que le da personalidad a su mototaxi. Tal es el caso de “La Korleone” conducida por Héctor Jorge Rodríguez, quien además de 100 mil pesos ha invertido más.
“Un aproximado de 10 mil pesos extras le he metido a la unidad para que ande en condiciones, más que nada, entre llantas y todo lo que conlleva seguridad, eso es lo más importante” dijo Héctor, quien dedica 8 horas y con ello mantiene a su familia.
Otro caso es el de Fernando Rojas, quien maneja a “Optimus Prime” y en tres años la ha tuneado a tal grado que tiene un fuerte parecido al personaje de Transformers.
Y así como estos tres casos, existen cientos que prestan un servicio de manera honrada e imprimen parte de su personalidad en sus unidades, pero que viven con la zozobra de que algún funcionario les quite su fuente de ingresos.
ERV