Los muéganos en Tehuacán se preparan desde 1905, fueron creados por una mujer y, tras cinco generaciones, la receta original se sigue paso a paso pero, a petición de los clientes, hoy se pueden disfrutar sabor chocolate o con linaza,
Los exquisitos postres hechos en Tehuacán son favoritos en Puebla; han llegado a otras ciudades de México, y países como Estados Unidos, España, e Inglaterra.
“Ya llegó su mueganero, que le viene a saborear. Muéganos de harina y huevo, de marca El Águila Real, muéganos”, era el pregonar de los vendedores que recorrían todos los días por la tarde las calles de Tehuacán, o bien, instalaban en las esquinas sus pequeñas mesas de madera y faroles de papel china rojo y amarillo, y una vela que alumbraba de forma tenue el lugar, lo cual era el distintivo de quienes vendían esta deliciosa galleta.
La historia de los muéganos inició en 1905 en San Martín Texmelucan y después, este postre fue llevado a Tehuacán, donde por ocho décadas ha estado en el paladar de miles de personas. Cabe señalar que esta galleta se comenzó a elaborar en Tehuacán desde 1938 con don Pioquinto Bustamante, quien vio que esta ciudad era el lugar idóneo para preparar los muéganos que hoy, no sólo se venden en la República Mexicana, sino también en la Unión Americana y en algunos países de Europa.
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Una mujer creó los muéganos
En 1905, Flora Álvarez, inventó la receta de los muéganos. La elaboración de este postre nació a petición de los clientes quienes con frecuencia llegaban al negocio en Texmelucan y le preguntaban a la señora Flora Álvarez "si tenía muéganos porque en San Martín los hacían"; ella respondía que "no le gustaba hacer muéganos", pero insistieron tanto, que al final decidió prepararlos con su propia receta.
"Se puso hacer la masa, los preparó y horneó. Para venderlos, los colocó sobre una oblea y al cliente lo ofrecían por cuadros”, platicó para TELEDIARIO Facundo Graciano Bustamante Cervantes, nieto de la mujer que comenzó con la preparación de los muéganos en Tehuacán.
Con el tiempo las ventas de los muéganos hechos por doña Flora Álvarez eran cada vez mejores por lo que se vio en la necesidad de contratar a gente para venderlos.
De esta forma organizó a un grupo de personas a quienes les decía cómo debían vender, entonando el pregón: “Ya llegó su mueganero que le viene a saborear, muéganos de harina y huevo, de marca El Águila Real, muéganos”.
Facundo afirmó que a este grupo de vendedores su abuela les preparó una caja de madera, “con sus tijeras de este mismo material para sostenerla y un farol; así todos los días salían a vender y al regreso entregaban cuentas y ella les pagaba la comisión”.
De esta manera se mantuvo la elaboración de muéganos y más tarde Pioquinto Bustamante -hijo de la creadora de la receta-, se incorporó a esta actividad, salía con los vendedores ambulantes a ciudades como Orizaba, Puebla, Córdoba, Cuautla y Tehuacán.
Familia sigue preparando muéganos; van 5 generaciones
Facundo Bustamante se hizo cargo de la producción de los muéganos en 1986, luego de ser llamado por Pioquinto. Facundo radicaba en Cuautla, Morelos, y se tuvo que trasladar a Tehuacán. Una vez que tomó las riendas del negocio realizó algunos cambios, entre ellos, ya no colocar las materias primas al cálculo, sino que las comenzó a pesar y medir para tener siempre la misma calidad del producto terminado; incorporó a cinco trabajadores y después, sus hijas se involucraron al negocio formando la quinta generación de vendedores de muéganos de Tehuacán.
Actualmente, en este negocio 25 personas se dedican a la elaboración de muéganos.
A través del Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (Fonaes), el negocio recibió apoyo para la compra de maquinaria, aunado a que fue invitado a participar en ferias de gastronomía y productos artesanales.
“Este es un avance importante, ahora somos una micro industria donde todos mis hijos -nueve- son socios. Participan desarrollando alguna actividad, lo mismo que mis nietos que son quinta generación, todos haciendo equipo hemos alcanzado una producción que oscila entre los 12 a 14 mil piezas diarias”, dijo Facundo Bustamante.
¿Cómo se preparan los muéganos?
Entre los ingredientes necesarios para hacer muéganos está la harina, huevo, leche, mantequilla, anís, miel, piloncillo, entre otros.
El primer paso es amasar la harina con los diferentes componentes, después se lleva a la mesa y se divide en trozos de 900 gramos para forma lienzos, los cuales se colocarán después en una cuadrícula que marca pequeños bloques de cuadros de una pulgada cada uno. Luego, la lámina se mete al horno.
Tras esperar un momento de cocción, se sacan los lienzos del horno y se les baña con miel y piloncillo. Después se cubre con una oblea rectangular.
Esta es la forma en la que se hacen los muéganos tradicionales, los cuales también pueden pedirse sabor chocolate, linaza o amaranto.
Misma receta, diferentes sabores
La receta original de Flora Álvarez se ha mantenido hasta estos días, pero también han surgido nuevas presentaciones de acuerdo con las mismas propuestas que los consumidores han hecho por lo que hoy, los muéganos pueden pedirse sabor chocolate, con amaranto o linaza.
La quinta generación ha buscado innovar y, apoyados por chefs, los socios han buscado formas para disfrutar de un muégano, con una taza de café o chocolate, entre otras que surgen, “porque es la diversidad que tiene esta galleta desde 1938, por eso la identidad que hay entre los muéganos y Tehuacán”.
La pandemia y la búsqueda de oportunidades
Claudia Bustamante Méndez, una de las encargadas de las ventas de los muéganos de Tehuacán, mencionó que se tuvo una mayor proyección tras participar en expo ferias y muestras gastronómicas en distintas partes del país, por invitación del entonces presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) delegación Tehuacán, Leopoldo Pulido de la Llave.
Luego de llevar los muéganos a expo ferias y muestras gastronómicas, empezó la venta y envío de muéganos por paquetería para clientes de otras partes ciudades de México.
La pandemia del covid-19 también repercutió en el comercio y el negocio de los muéganos, por los que los empresarios realizaron ventas en plataformas digitales, además de buscar mercados en Estados Unidos, España, Inglaterra y otras partes de Europa, vía por la que los muéganos llegaron al Viejo Continente.
“Estamos exportando a otros países por los mismos clientes que al visitar a sus amigos o familiares les llevaron muéganos que gracias a Dios son muy bien aceptados”.
Por último, Facundo comentó: “Somos cuidadosos de la calidad para que el producto sea bueno, pero sobre todo para que los muéganos sigan siendo la tradición de Tehuacán”.
El sabor y la textura de los muéganos hechos en Tehuacán han permitido que el postre se recomiende de persona en persona, por lo que resulta común llegar con muéganos a una visita, como un detalle o simplemente por el placer de disfrutar del sabor de uno de los postres tradicionales hechos en Puebla.