Hoy un ángel llegó al cielo, este martes falleció a sus 109 años, María de los Ángeles González Zamora, quien de cariño era conocida como Angelita. Una mujer fuerte, simpática y divertida que en abril del 2021, fue la mujer más longeva en recibir la vacuna contra Covid-19 en la ciudad de Saltillo, día que nos permitió conocer un poco de su historia.
Durante más de 25 años fue enfermera, en servicio conoció y atendió al entonces general Francisco Coss.
Además, Angelita era aficionada del béisbol y fan número 1 de los “Saraperos” de Saltillo.
Le gustaba contar chistes y hacer sopa de letras, aunque en sus últimos meses de vida la vista ya no le permitió continuar con dicho pasatiempo.
Otro de sus gustos era el tequila y en agosto del presente año, brindó con esta bebida por cumplir sus 109 años de vida.
Una gran mujer que en tan poco tiempo nos dejó grandes recuerdos y enseñanzas. Hoy ya no está físicamente, pero permanecerá en el corazón de cada uno de sus seres queridos.
Que descanse en paz, Angelita.
Así festejó su cumpleaños
Acompañada de sus familiares, con pastel y recordando los mejores momentos de su vida, la saltillense de mayor edad, doña Angelita González celebró este 2 de agosto su aniversario número 109 en su domicilio en la colonia Guanajuato, donde señaló sentirse muy feliz y con entusiasmo.
Tan solo el año anterior, la historia de doña Angelita se hizo viral, al acudir con 108 años a aplicarse la vacuna contra covid-19, enviando un mensaje de amor a la vida en medio de la pandemia a nivel global.
Sus familiares le organizaron un festejo a lo largo del día, con comida por la tarde y festejo por la noche, en compañía de toda su descendencia, algo que afirmó la cumpleañera, le dio mucha alegría.
Entre risas, doña Angelita afirmó estar al pendiente del equipo de sus amores, los “Saraperos” de Saltillo, a los cuales señaló no le gustaba ver perder.
“Que ganen mucho, que no me gusta que pierdan, aunque yo misma pienso, pues como quiero que estén gane y gane, que tienen que perder”.
Ángeles González señaló que ella procuraba cuidarse con sus conocimientos de enfermería, ya que desde que falleció su esposo en la clínica del Seguro Social, no puso un pie en alguna institución médica.
“Yo sola me receto porque como fui enfermera, más o menos conozco, soy la que me receto, si veo que me hace mal ya no la tomo, pero si me hace bien la sigo tomando, ya no me hace efecto, busca otra que me caiga bien, yo misma me estoy dando vida”, señaló hace unos meses doña Angelita.
JVS