Durante el programa Cambios de Multimedios conducido por Miguel Ángel Puértolas; Alejandra Robles Ledezma, policía tercero de San José Iturbide, Érika Fátima Villegas Cortés, policía tercero del municipio de Guanajuato; Lizeth Horta Salazar, oficial de Apaseo el Alto; Alejandra Hernández de la Vega, coordinadora de la Unidad de Policía de Género de San José Iturbide, mujeres que tienen la camiseta bien puesta en la corporación y que todos los días salen convencidas de que su buen trabajo puede hacer el cambio para tener una mejor sociedad, hablaron sobre su profesión.
“La ciudadanía no es consciente de los riesgos que de este lado existen. Un día salimos nosotros de casa y no sabemos si regresamos, pero yo creo que, lo diría bien mi jefa, los buenos somos más y realmente sí estoy convencida de que si nosotros nos esforzamos por hacer bien nuestro trabajo nunca va a ganar el mal”, externó Lizeth.
Ser mujer policía en Guanajuato tiene sus retos y complicaciones, entre las que destacan la dignificación de la profesión, la falta de respeto y confianza de la ciudadanía, e incluso poner en riesgo su propia vida.
Acompañadas de Sophia Huett, secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad, participaron en el programa de televisión “Cambios”, conducido por Miguel Ángel Puértolas, donde platicaron experiencias sobre su profesión, así como de su participación en el 'Curso de fortalecimiento para el liderazgo de las mujeres en instituciones policiales', capacitación que duró siete meses y en la que se tuvo presencia de 32 policías mujeres de 11 municipios de Guanajuato.
Al ser cuestionadas sobre por qué no renuncian a su profesión, pese a como se encuentra la seguridad en Guanajuato, coinciden en que tienen la convicción, el amor y pasión a su trabajo, pues también como madres y jefas de familia, saben que contribuyen a tener una mejor sociedad de la que forman parte sus hijos e hijas.
Sin embargo, también coincidieron en que el respeto y la confianza de parte de los ciudadanos, cada día es un problema más latente, y son momentos complicados del día a día en su labor.
“Creo que si a alguien o algún sector le toca ver la peor calidad de la ciudadanía, es justamente a las y los policías porque es quien llega a algún lugar roto donde hay conductas que jamás te imaginarías que en una familia se puedan dar”, añadió la secretaria del sistema estatal de seguridad.
Aunque no fue una vocación que viene de la infancia, fue una decisión que la mayoría de ellas tomó siendo adultas conscientes de que quieren contribuir al cambio, pero que también les ha dado la posibilidad de desarrollarse a nivel personal y profesional.
Sin embargo, en el caso de muchas mujeres policías combinar su profesión con otros roles como el de mamá, esposa e incluso de mujer son otros retos que forman parte de su vida, pues incluso el trabajo influye en sus relaciones de pareja, por enfocarse más en el trabajo y en los hijos. De acuerdo a datos del Inegi, 8 de cada 10 hombres policías tienen pareja; en el caso de las mujeres 4 de cada 10.
“Como policía de género nos toca resguardar menores, entonces les digo yo aquí estoy cuidando a unos pequeñitos y en mi casa me están cuidando a la mía, si es un poco complicado, pero amo ser mamá, amo ser policía, las dos cosas son algo que disfruto mucho y trato de darme cien por ciento en los dos lugares”, compartió Alejandra Hernández.
También hay un lado bueno de las cosas, pues contaron diversas historias sobre el rescate de menores, adultos mayores y otras situaciones donde pudieron contribuir a salvaguardar la seguridad e integridad de los ciudadanos y aseguraron que el agradecimiento por parte de ellos, es de los mejores incentivos que reciben por su labor.
“Cualquier cosa que el ciudadano me dé las gracias para empezar, creo que eso ya fue lo mejor que pude haber hecho en mi trabajo porque regularmente no nos prestamos muchas veces el tiempo, hasta eso, para agradecer que alguien te está tendiendo la mano de una forma diferente porque nos estereotipan o creen que no somos capaces”, dijo Lizeth.
Las participantes aseguraron que ser policías mujeres las llena de orgullo y compromiso para ser el ejemplo de muchos menores que pueden cambiar el rumbo de la seguridad en el estado y el país.