Inconformidad y negación por mudarse a un lugar lejos de donde han construido su vida, es el sentimiento de algunos adultos mayores afectados por la explosión de una toma clandestina en San Pablo Xochimehuacan, ocurrida el pasado 31 de octubre.
"Aquí tenemos todo, aquí nacieron mis hijos, no vamos a dejar este lugar, no nos vamos a salir, vamos a poner una casita de madera y si ahí me muero de frío, ni modo, quieren que firmemos, dicen que el 10 por ciento ya firmó", señaló en entrevista para TELEDIARIO Puebla la señora Gudelia Hernández.
Esta mujer es una de tantas personas cuyas vidas cambiarían radicalmente de aceptar la reubicación de sus viviendas. A pesar de los planes de las autoridades para reconstruir las casas en otras zonas, los propietarios dicen que defenderán sus predios "hasta la muerte".
En la misma situación se encuentran otros damnificados como el señor Higinio Gómez, quien exige a las autoridades que le regresen su terreno ubicado en la zona cero, pues teme que en el punto de la reubicación no haya servicios ni transporte público que le permita desplazarse a Xochimehuacan para ver a su familia, sobre todo a sus nietos, lo que implicaría gastar más en pasajes.
Por su parte, el señor Eluterio Galindo, uno más de los afectados, agregó que emprenderá "una batalla" que podría llegar hasta lo legal y no permitirá la reubicación de su vivienda, pues en esta junta auxiliar viven todos sus familiares y amigos de quienes requiere su apoyo ante su avanzada edad, además de todos los recuerdos que dejaría en esta zona al norte de la ciudad.
A pesar de saber del riesgo que implica vivir en esta zona, en algo coinciden estos adultos mayores: con toda una vida hecha en Xochimehuacan tras vivir allí durante los últimos 45 años, se les complicaría adaptarse a un nuevo lugar ubicado lejos de sus seres queridos y, peor aún, empezar de cero sólo con la añoranza de todo lo que perdieron.
De acuerdo con el gobierno estatal, de las 59 viviendas que fueron demolidas, 31 requieren ser reubicadas por estar en zonas ilegales y de alto riesgo; las 28 restantes, podrán ser edificadas en su sitio original. Hasta la fecha, 10 familias aceptaron la reubicación de su casa en un predio cercano al Hospital Psiquiátrico "El Batán".
No obstante, Higinio, Gudelia y Eluterio, tras rechazar ser paracaidistas, insisten que no dejarán sus terrenos pues aseguran poder comprobar la compra de estos predios, aún cuando explican que les han comentado que sus escrituras no son válidas, pero sin importar comentaron que buscarán la forma de acondicionar con lonas y madera un nuevo hogar en los terrenos de demolición de viviendas.
AGA