Silvia fue organizadora y parte del contingente de la primera marcha del Orgullo LGBTIQ+ realizada en Nuevo León, en el año del 2001, relató que en aquel entonces el sentir era de temor y miedo, muy diferente a la actualidad donde se vive una verdadera fiesta.
En la primera marcha participaron alrededor de 200 personas y salió desde Diego de Montemayor y avenida Madero, aunque no les permitieron llegar a la Explanada de los Héroes.
Explico que el miedo era producto de la represión que se vivía en la entidad contra la comunidad.
Situación que a su parecer ha ido evolucionando, pues ahora son visibilizados y tienen más libertad e inclusive no existen las detenciones arbitrarias que había.
Desde su perspectiva, la marcha es una fiesta donde celebran los avances que ha logrado la comunidad. Hoy en día tienen oportunidad de trabajar e incorporarse en cualquier ámbito, aunque en Nuevo León aún falta por hacer.
elmm