El Gobierno Estatal ha emitido un decreto oficial a través del cual se implementan diversas modificaciones en la Ley de Agua Potable y Saneamiento del Estado, así como en la Ley Ambiental de Nuevo León. Estas reformas establecen la obligatoriedad del empleo de agua tratada en todas las operaciones llevadas a cabo por la industria, así como por los municipios y las entidades gubernamentales estatales.
Algunas de las actividades en las que se tiene que hacer uso de este tipo de agua son: riego, limpieza, obras de construcción, limpieza de instalaciones, lavado de automóviles, llenado de hidrantes, entre otras.
Según el artículo 61 bis 8 es obligatorio utilizar agua residual tratada, previa solicitud de factibilidad del servicio solicitada al organismo operador, donde exista la infraestructura necesaria y la calidad de agua se encuentre dentro de los límites establecidos por las normas oficiales mexicanas aplicables en los siguientes casos: actividades de limpieza de instalaciones, parque vehicular y en los establecimientos industriales, comerciales y de servicios, así como en las instalaciones del sector público, para el riego de áreas verdes públicas
Asimismo, para los sistemas industriales de enfriamiento, lavado y procesos productivos que no requieran necesariamente agua potable conforme a las normas y especificaciones técnicas aplicables; para las obras en construcciones, así como para la construcción de terracerías y la compactación de suelos.
Incluye también para el lavado de vehículos a nivel comercial; para la agricultura; para hidrantes contra incendios; para fuentes públicas de ornato; áreas verdes de campos deportivos; en la industria, en edificios corporativos, en escuelas públicas y privadas y en oficinas públicas y privadas y giros mercantiles: se deberá utilizar agua residual tratada para la limpieza y aseo de áreas de servicios, en mingitorios y muebles sanitarios.
El decreto firmado por el mandatario establece que la normativa entrará en vigor hoy, aunque el estado y municipios tendrán 120 días para hacer las modificaciones correspondientes a sus reglamentos, a fin de cumplir con las obligaciones del decreto.
¿Qué uso tiene el agua tratada?
El agua tratada, también conocida como agua residual tratada o agua reciclada, se somete a procesos de tratamiento para eliminar impurezas y contaminantes antes de su reutilización en una variedad de aplicaciones. Algunos de los usos comunes del agua tratada incluyen:
Riego agrícola: El agua tratada se utiliza para el riego de cultivos y campos agrícolas. Esto contribuye a la conservación de agua dulce de alta calidad y reduce la demanda de agua potable para fines agrícolas.
Riego paisajístico: Se utiliza en el riego de parques, jardines y áreas verdes en entornos urbanos y suburbanos.
Recarga de acuíferos: El agua tratada se inyecta en acuíferos subterráneos para aumentar la recarga de agua subterránea, lo que puede ayudar a combatir la intrusión de agua salina y mantener la calidad del agua en los acuíferos.
Agua industrial: Se utiliza en la refrigeración de procesos industriales y en aplicaciones donde no es necesario agua de alta calidad.
Agua para construcción: El agua tratada se utiliza en proyectos de construcción, como la preparación de terrenos y control de polvo.
Agua de inodoros: En algunos sistemas de plomería, el agua tratada se emplea para el llenado de tanques de inodoros, lo que reduce el consumo de agua potable.
Agua para lavado de vehículos y equipos: Se utiliza en lavados de automóviles, maquinaria y equipos de construcción, lo que disminuye la demanda de agua fresca.
Control de polvo: El agua tratada se utiliza en aplicaciones de control de polvo, como en carreteras no pavimentadas o sitios de construcción.
Recreación y estanques artificiales: En ocasiones, el agua tratada se utiliza en fuentes, estanques y lagos artificiales en parques y áreas de recreación.
Recarga de cuerpos de agua: En algunos casos, el agua tratada se descarga en cuerpos de agua superficiales, lo que puede contribuir a la mejora de la calidad del agua en ríos y lagos.
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