El aumento de actividad industrial impulsado por el nearshoring ha llevado a que muchas empresas, especialmente Pymes, actualicen sus protocolos de protección contra incendios y capacitación en primeros auxilios en sus plantas de producción.
Marco Antonio Morayta Rivera, director de ingeniería contra incendios de Bomberos de Nuevo León, destacó que en el último año ha crecido el interés de las empresas en estas medidas, motivado por el incremento de dinamismo en el sector industrial.
El directivo mencionó que Bomberos de Nuevo León ofrece diversos cursos de capacitación para las empresas y que, de un año a la fecha, se observa una mayor concientización en la prevención y la necesidad de estar actualizados en los protocolos y normativas en cuanto a siniestros.
“Sí observamos en la demanda de los servicios que prestamos en el área de capacitación y asesoría un incremento de un 70% de participación de empresas”.
El directivo comentó que estiman un crecimiento de un 50% para 2025 con respecto a 2024 en el número de capacitaciones que ofrecen a las empresas.
Adecuaciones viales afectan trabajo de los bomberos
Las adecuaciones viales que se han realizado en algunos municipios han afectado el trabajo de los bomberos. Además, algunas avenidas donde hay edificios (rascacielos) se han visto reducidas en su anchura, lo cual dificulta que las unidades de bomberos puedan maniobrar y sofocar incendios en esos inmuebles.
Además, reconoció que no hay capacidad para sofocar un incendio en un edificio que tenga más de 5 pisos; aun cuando estos edificios cuenten con sus protocolos interiores (como extintores, rociadores de agua), sería imposible enfrentar un incendio de grandes magnitudes.
En entrevista, el directivo dijo que, con las nuevas adecuaciones viales que se han hecho en algunos municipios, las calles quedaron más cortas. Por ejemplo, en el centro de Monterrey, donde instalaron esos postes, hace imposible que una unidad de bomberos maniobre.
“Bomberos, incluso con los camiones escalera más largos que pueda haber, siempre hay un límite al cual podemos llegar; podemos llegar a un quinto o un sexto piso. También las calles no son suficientemente anchas para que el camión pueda tener la apertura completa de la escalera y para el ángulo correcto que amerite el siniestro, y esto muchas veces nos limita”, subrayó.
“Ya hemos tenido situaciones de camiones que quedan atorados por los postes que colocaron en algunas calles y avenidas para limitar paso vehicular. Las obras de construcción en casi toda el área metropolitana han complicado mucho el tráfico, y a nosotros también nos perjudica para llegar al lugar del siniestro. Nuestros tiempos de respuesta ahora son más tardados”, indicó.
Consideró importante que, al momento de generar un proyecto inmobiliario, se diseñe la parte contra incendios que debe contar cada edificio.
“Estamos hablando de edificios de más de 30 pisos; aun cuando se tenga la escalera más grande del mundo, no se podrá llegar a esa altura. Pero, si por dentro el edificio cuenta con sistemas hidrantes y rociadores, puedes ayudar a mitigar los efectos que puedan suceder”, agregó.
Además, advirtió sobre los riesgos que existen ahora con los centros de carga para autos eléctricos, e incluso en las casas habitación.
“Los autos eléctricos es un tema que está pegando mucho. Ahorita, en el mundo no existe un extintor certificado al 100 % que pueda combatir un incendio de un auto eléctrico; esto, particularmente, por la batería de litio, dada la cantidad de temperatura que genera. Por ejemplo, un incendio de un auto eléctrico puede estar arriba de los 1,000 grados centígrados de temperatura”.
Mencionó que ellos (Bomberos de Nuevo León), en sus cursos de capacitación que dan a las empresas, ofrecen recomendaciones para los edificios. Sobre todo, “hemos detectado que muchos estacionamientos de sótano ya cuentan con cajones para estacionar autos eléctricos con su respectiva estación de carga, y lo que nosotros recomendamos es que cumplan con un sistema de mangueras que estén en esas áreas o sistema de rociadores, de ser posible”.
Y es que un incendio provocado por un auto eléctrico no se puede apagar con agua; solo se puede contener y bajar la temperatura.
Por ejemplo, un incendio provocado por un vehículo de combustión se puede apagar con unos 2,000 a 3,000 litros de agua; para un auto eléctrico, se pueden requerir más de 20 mil litros de agua y aún así no se apaga.
“Los gases que expide una batería de litio son sumamente tóxicos”, expresó.