Debido a que el "fracking" y otras actividades humanas sí pueden acelerar los ciclos sísmicos, el investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y sismólogo Juan Carlos Montalvo Arrieta señaló que más estaciones de monitoreo pueden precisar el impacto real de esta industria y cómo afecta el movimiento del suelo.
"Poder distinguir entre si la actividad sísmica es de carácter natural, o sea, generada por los procesos naturales de la Tierra, o si la actividad en algún momento pudiera estar ligada a alguna actividad generada por el ser humano".
Montalvo Arrieta informó que se tiene registro de que el "fracking", también conocido como fracturamiento hidráulico, es una actividad que se ha venido llevando a cabo de manera generalizada en México, especialmente en el noreste del país.
"De manera particular, el noreste de México es una de las situaciones de interés desde el punto de vista sismológico, ya que desde el 2006 a la fecha se tiene un registro continuo de la sismicidad que está ocurriendo en la región".
El especialista expuso que en la entidad solo existen dos estaciones de monitoreo, aunque para tener una mayor precisión en el estudio de los sismos se requieren más.
"Si ahorita formalmente por parte del Servicio Sismológico Nacional tenemos dos estaciones, más las cuatro que tenemos nosotros, pues deberíamos tener prácticamente el doble de las estaciones que tendríamos, o al menos dos veces más".
Las 15 estaciones de monitoreo que Montalvo Arrieta propone deben ser instaladas no solo en la zona rural, sino también en el Área Metropolitana de Monterrey, y de esta forma estudiar y prevenir fenómenos, tomando esto como ejemplo de lo que actualmente se está realizando en Estados Unidos.
Nuevo León tuvo un sismo de magnitud 6.2 en el año 1841
La importancia de instalar estaciones de monitoreo radica en que el sismo de mayor intensidad en la historia de Nuevo León, de 6.2 en la escala Richter, ocurrió en 1841, y su ciclo es de 200 años. Es decir, que un sismo de similares dimensiones podría ocurrir en el año 2041...o antes, si es que el fracking o la actividad humana acelera su ciclo.
“Aproximadamente cada 200 años pudiera ocurrir un terremoto de magnitud 6 en la región, entonces dentro de esa parte del ciclo sísmico si hay un agente que pueda acelerar ese proceso, entonces ahí es donde uno tiene que estar con la mejor disposición de revisar la ocurrencia de esta actividad que pueda acelerar este proceso, y por eso contar con más estaciones sismológicas y hacer un diagnóstico, sobre todo de aquellas regiones donde pudiera haber una sismicidad anómala”, detalló Montalvo Arrieta.
Nuevo León lleva 42 sismos registrados en lo que va del año
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) tiene registrados en Nuevo León 42 sismos en lo que va del año, el más intenso presentado el 20 de febrero, el cual tuvo una intensidad de 4 grados en la escala Richter.
Dicho movimiento sísmico se registró a las 07:01, a 47 kilómetros al sur de Linares, a una profundidad de 11.3 kilómetros.
Además, el Sismológico Nacional tiene contabilizados cuatro sismos con intensidad de 3.9 grados.
El primero de ellos registrado el 25 de enero, a 3 kilómetros al sureste de Ciénega de Flores; el segundo ocurrió el 27 de marzo, a 32 kilómetros al noreste también de Ciénega de Flores; el 7 de mayo se reportó el tercer fenómeno sismológico de la misma intensidad, a 18 kilómetros al suroeste del municipio Santa Catarina; y el cuarto con la misma intensidad fue el 9 de noviembre, a 58 kilómetros al sureste de Sabinas Hidalgo.
La información oficial considera 10 de los 51 municipios, siendo Ciénega de Flores el que más acumula, con 13 movimientos telúricos, seguido de Linares, donde se contaron 12 de ellos.
De ahí le siguen Sabinas Hidalgo y Montemorelos, con tres sismos cada uno; luego Santa Catarina, García, Hidalgo, San Pedro Garza García y Cadereyta, con dos cada uno; y Juárez, donde solo se ha reportado un sismo.
El sismo de menor intensidad ocurrió el 23 de abril a 14 kilómetros al sureste de Linares.
elmm