El papa Francisco realizó su primera misa del año con la finalidad de señalar a las mujeres y la protección que necesitan ante la violencia contra ellas, ya que considera que este tipo de ataques pretende ofender a Dios.
Esta ceremonia se realizó en la Basílica de San Pedro, en Italia, mientras continúan las festividades de María Santísima, Madre de Dios y Día Mundial de la Paz. El Santo Padre reflexionó sobre el momento en el que los pastores encontraron a María, a José y al bebé recién nacido que yacía en el pesebre.
Cabe recordar que en este primer día del año, la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de la Paz, la cual está dedicada en esta edición al diálogo entre generaciones, a la educación y al trabajo. Por lo que el papa Francisco solicitó la paz en el mundo, destacando que ésta se construye con atención a los demás, justicia y perdón.
Jorge Bergoglio ya había definido como una acción casi satánica la situación de este tipo de violencia, además consideró que el número de mujeres maltratadas en el hogar es grande, ya que visualiza que los hombres se aprovechan de la debilidad de quien no puede defenderse, apreciando esta problemática como una humillación.
El trabajo es un agente inexcusable para edificar y mantener la paz, señaló el papa Francisco, sin embargo, explicó que también es un compromiso, un esfuerzo y una colaboración con las demás personas, ya que se trabaja siempre por alguien o con alguna otra persona.
El Sumo Pontífice mencionó que los rostros de las madres que ayudan a sus hijos enfermos llegaron a su mente, por lo que admira el amor que existe en los ojos de las mujeres, quienes mientras lloran, saben transmitir razones para continuar esperando, sin embargo, que más allá del sufrimiento y las preocupaciones, brindan un panorama más amplio, el del cuidado y el cariño que reconstruyen las esperanza.
AA