Adriana Mondragón, una joven que reside en la alcaldía Benito Juárez, vive entre la incertidumbre, tristeza e impotencia, luego de que envió a Maple, un cachorro de 8 meses de la raza shiba Inu, a un campamento de entrenamiento para perros y solo le regresaron una urna con sus supuestas cenizas, bajo el argumento de que su perrito murió a causa de la mordida de una víbora.
La joven detalló TELEDIARIO que tras estos hechos acudió a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCdMx), quien ya investiga el caso.
La joven dijo que hasta el momento no hay ningún detenido por el caso, sin embargo, las autoridades les informaron que la muerte del perrito no fue consecuencia de una presunta mordida de víbora.
Adriana refiere que personal del campamento le informó que Maple murió el 8 de julio, pero según lo referido por la fiscalía la muerte del can sucedió una semana antes.
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Además, existen la posibilidad de que las cenizas no pertenezcan a Maple y que en realidad el perrito siga vivo y haya sido trasladado a otro sitio.
"La investigación arroja que la posible muerte de Maple, si es que ocurrió, porque también hay indicios de que posiblemente no haya muerto y que nos hayan entregado otras cenizas o algo más”, contó Adriana.
"La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México está investigado gracias a la valiosa ayuda de todas las personas que nos hicieron llegar información durante estos días, así logramos saber que el proceso de cremación no sucedió como consecuencia de una supuesta mordida de víbora”, dijo.
Aseguró que su familia, junto con su equipo legal, no pararán hasta conocer la verdad y que, en el caso de que haya ocurrido alguna negligencia o conducta dolosa, castigar a quien sea responsable.
Agradeció el apoyo que ha recibido por parte de amigos, familiares y colectivos, pues dijo que no los han dejado darse por vencidos.
Familia de Maple acudió por recomendación
Los dueños de Maple, acudieron a ese lugar ya que se los recomendaron. Su propietaria dijo que antes de ir a ese campamento, un sujeto del mismo lugar lo adiestraba, pero que a lo largo del tiempo no hubo mejorías, por lo que decidieron aceptar llevar al can al campamento, donde Maple ya nunca más regresó.
Aunque la situación de la muerte de Maple ha sido muy dolorosa para ella y su familia, considera que su caso puede ayudar a impulsar leyes que reconozcan y hagan respetar la vida de los animales, para que se les deje de ver como objetos.
"En el caso de los animales, tenemos que promover la creación de leyes que reconozcan la vida de los animales; tenemos que promover la supervisión de las autoridades respecto a las empresas que prestan servicios relacionados con el cuidado de animales”, expresó.
Por último, agradecieron el trabajo de la FGJCDMX, por el compromiso de los agentes del Ministerio Público y sus policías.
PGG