Desde una madre que besa a su hijo, hasta la oportunidad de pedir un deseo con miras al futuro, todo esto en el mismo lugar. Es el Valle de Piedras Encimadas en la Sierra Norte de Puebla, un lugar donde la naturaleza promueve la imaginación de chicos y grandes.
Este sitio se localiza en el municipio de Zacatlán, a tres horas de Puebla capital, y se trata de un lugar enigmático por los secretos que esconden las formaciones rocosas que ahí se albergan, las cuales datan de hace millones de años.
Tal como su nombre lo dice, Piedras Encimadas es una extensión de 300 hectáreas en las que se aprecian múltiples monolitos de diferentes tamaños, los cuales dan la apariencia de formar escenas o personajes de películas.
Basta con entrecerrar los ojos y abrir un poco la mente para encontrar en medio del bosque la cabeza de King Kong, la casita de Los Pitufos o a Reina, la famosa Cocker Spaniel que protagoniza La Dama y el Vagabundo.
Hay otras figuras que son más fáciles de ubicar como una pareja de enamorados fundiéndose en un beso, una mamá sosteniendo en el regazo a su bebé, una rana, una paloma e incluso un caballito de mar, uno de los más icónicos porque fue la estrella de un comercial para una famosa cervecera.
¿Qué hacer y cuánto cuesta entrar al Valle de Piedras Encimadas, Puebla?
TELEDIARIO Puebla dio un recorrido por el Valle de Piedras Encimadas junto a Raúl Garrido, quien encabeza la cooperativa de guías que a diario ofrecen sus servicios a los turistas para apoyarlos en su visita al predio.
Aunque lo más común es recorrer todo el paraje en caballo, en carreta o en bicicleta, él invitó a nuestro equipo a vivir la experiencia a pie para no perder ningún detalle de los encantos que el sitio ofrece sobre todo en época invernal, cuando las temperaturas alcanzan hasta los -4 grados en tiempo de heladas.
Durante la caminata contó que los aficionados del senderismo o de los picnics gozarán de su estancia, pues más allá de contar con restaurantes, terrazas y cabañas para pasar un rato agradable, el gran atractivo son todas las formaciones que allí se encuentran, ideales para selfies con pareja, amigos y familias enteras.
Garrido precisó que el lugar se encuentra abierto al público los 365 días del año, en horario de 9 de la mañana a 6 de la tarde. No es necesario reservar, pero sí es recomendable llegar temprano ante la gran cantidad de visitantes que arriban en temporada vacacional, días feriados y fines de semana.
La entrada a Piedras Encimadas no tiene costo, pero al ingresar se solicita una cuota voluntaria personal o por grupo, la cual permitirá financiar las labores de conservación que la cooperativa lidera para mantener de pie su bosque, amenazado por talamontes e incendios forestales en tiempos de sequía.
Legalmente hablando, el lugar se reconoce como un ejido y cuenta con mecanismos de protección para la conservación de especies por dependencias, como la Comisión Nacional Forestal (Conafor) o la Secretaría de Medio Ambiente de Puebla.
Piedras de origen volcánico datan de hace más de un millón de años
Aunque no hay información en concreto que dé punto final al origen de las Piedras Encimadas, fue en el 2009 cuando catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hicieron estudios para intentar descifrar el misterio.
Las evaluaciones arrojaron que las rocas son de origen volcánico y tienen una edad que oscila entre los 0.2 a los 1.3 millones de años, producto de un depósito de flujo piroclástico.
Científicamente hablando, los estudios determinaron que los monolitos son “esculturas pétreas causadas por la erosión diferencial, con aspecto de lavas de color café o gris oscuro y alto contenido de cristales de cuarzo y feldespato”.
EG