Tras más de 60 años de servicio activo dentro de la administración municipal, se jubila Blanquita Hernández Velázquez, quien era bien conocida como “la jefa” y que durante muchos años estuvo al frente del área de la Junta Municipal de Reclutamiento.
Su nombre y rostro son bien conocidos por muchos de los hombres jóvenes y adultos de la capital de Puebla, sobre todo de aquellos que iniciaron el trámite de su cartilla militar hasta antes de agosto de 2024.
En este sentido, durante sesión ordinaria de Cabildo, la secretaria del ayuntamiento de Puebla, Lucero Saldaña Pérez, destacó este 16 de agosto que se otorga la jubilación vitalicia a Blanca Hernández, quien estuvo por varias décadas en esta área.
Ante esto, la secretaría de Administración y Tesorería realizarán el trámite para aplicar este derecho como trabajador.
Las palabras para Blanquita, la jefa de "mano dura" que impuso respeto en un espacio de hombres
La regidora Ana María Jiménez Ortiz hizo uso de la palabra y enfatizó que la “jefa”, como se le conoce, es una de las personas que ahora recibirá este beneficio.
Por ello, los aplausos no se hicieron esperar para este personaje, porque todos los regidores coincidieron que es muy merecido el beneficio.
“Blanquita con más de 60 años de servicio a esta ciudad, es la muestra clara del compromiso con la sociedad y que deben tener los servidores públicos y regidores; queremos agradecer su compromiso durante estos años, gracias por ese trabajo”, expresó.
Asimismo, el regidor Leobardo Rodríguez Juárez externó que a “Blanquita”, la conocieron varias generaciones de jóvenes que acudieron cada año para realizar el trámite para la cartilla del servicio militar.
“Con mano dura como tenía que ser hacia los adolescentes que llegaban a formarse para el trámite, pero tuve el alto honor de trabajar con ella en la secretaría de Gobernación, es un ejemplo de un servidor con una vocación honesta e increíble, ella vive para la sociedad, te vamos a extrañar mucho”, señaló.
Miles de precartillas militares en Puebla pasaron por sus manos
Durante seis décadas de trabajo, por las manos de Blanquita pasaron miles (sino es que millones) de precartillas militares de los jóvenes interesados.
Ella se encargaba de organizar cada año la entrega de estos documentos, así como del sorteo y la entrega de la cartilla del Servicio Militar Liberado.
La conocen decenas de generaciones de poblanos que en su momento acudieron para realizar el trámite.
Muchos de ellos dicen que lo primero que llamaba la atención era su voz impetuosa, además de su trato respetuoso, pero enérgico.
EG