Tras la recomendación que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 2017, que establecía atender la contaminación generada en el Río Atoyac, autoridades estatales de Tlaxcala y Puebla, así como federales, firmaron el convenio del Programa de Ordenamiento Ecológico Regional de la Subcuenca del Alto Atoyac (Poersaa).
Lo anterior en presencia de 71 municipios de Puebla y Tlaxcala, con el objetivo de recuperar la subcuenca del río Atoyac, en su participación la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores, indicó que este convenio es un precedente que deja las bases para gobiernos futuros continúen y se alcance la meta.
“Es un momento histórico, pues cambiará significativamente la vida de quienes habitan este territorio, tal vez no terminemos, pero sentamos una base para esta cuenca, estamos haciendo caso a una recomendación”, señaló.
Por su parte, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, y su homóloga de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, indicaron que a través de este convenio se procura el futuro de las nuevas generaciones para garantizarles un medio ambiente sano y seguro.
"Es fundamental que a través de la firma de este convenio, podamos ya contar con un modelo de gobernanza efectivo, que permitirá establecer políticas públicas de uso de suelo, así como estrategias de saneamiento, conservación, preservación, restauración y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales”, dijo el mandatario poblano.
Durante la firma del convenio las autoridades destacaron que los acuerdos establecen combatir la deforestación, ordenar el manejo de residuos sólidos y la contaminación de cuerpos de agua.
Cuáles son los principales problemas del Río Atoyac
Entre los principales problemas que enfrenta la cuenca del río Atoyac están la contaminación que generan cientos de empresas alojadas en municipios de Tlaxcala y Puebla que terminan por causar los estragos más importantes al agua que recorre este afluente.
Las responsables son principalmente textileras y empresas de electrónicos que no controlan sus descargas de agua, por lo que no es posible tratar y limpiar el agua al 100 por ciento.
ERV