Así son los lavaderos de Almoloya, el lugar donde nació el 'chisme poblano'

Los lavaderos de Almoloya se ubican a un costado del hotel Banyan Tree en la zona del Paseo Viejo de San Francisco.

Lavaderos de Almoloya en Puebla | Óscar Ávila
Puebla, Puebla. /

Hace más de un centenario, la ropa de ricos y pobres se lavaba en un mismo lugar: los lavaderos de Almoloya en el Paseo Viejo de San Francisco, sitio fundacional de la ciudad de Puebla. 

Actualmente, los lavadores de Almoloya son un atractivo para los poblanos y los visitantes extranjeros que desean conocer la historia de Puebla desde sus barrios originarios. 

Estas piezas son consideradas patrimonio histórico y cultural de la Angelópolis y se ubican a un costado del Hotel Banyan Tree, sobre la calle 10 Norte y avenida 14 Oriente en el Barrio de El Alto. 

Entre sus portales se puede apreciar la historia del lavado comunal en los siglos XVIII y XIX. El lugar en el que las mujeres se congregaban para lavar ropa propia o ajena. 

En los lavaderos de Almoloya se lavaba la ropa del rico y del pobre 

Los lavaderos son una de las reliquias más significativas de la zona fundacional de la ciudad de Puebla y se han convertido en un punto referente para recordar los rastros de la vida colonial.

En ese sitio no había distinción de clases sociales, ya que se lavaba la ropa de los virreyes, sociedad eclesiástica y los asentamientos indígenas, que después se convirtieron en barrios. 

Lavaderos de Almoloya | Puebla Antigua

El chisme de lavadero...  

El primer dato de la existencia de un espacio para lavar la ropa de manera comunitaria surge en el año 1704, cuando las mujeres se congregaban en la antigua calle de Doctrina de Santa Cruz y Barrio de San Francisco. 

Los lavaderos fueron construidos en el año 1863, tiempo en el que las mujeres utilizaban el agua del manantial de Almoloya, que significa 'agua que brota', el cual era un remanente del río San Francisco, actualmente bulevar Héroes del 5 de Mayo.

Las lavanderas elaboraban su propio jabón y pasaban horas blanqueando la ropa, incluso más de tres esperando a que se secara, y eso lo hacía en la plazuela aledaña llamada 'de la amargura', en donde se contaban sus penas y difundían las noticias; siendo la llegada de frases como 'ahí en el lavadero', 'lo oyó en el lavadero' y 'el chisme poblano'. 

Durante un tiempo, las lavanderas tuvieron un trabajo remunerado, tanto que lograron edificar un techo para protegerse del sol y construyeron una capilla en la calle 12 Norte, pero con el crecimiento de la ciudad y el abastecimiento de agua en las casonas, su trabajo quedó desplazado. 

A mitad del siglo pasado, el río de San Francisco fue entubado y en 1983 los lavaderos fueron cerrados. 


Los poblanos volverán a apreciar la belleza de los lavaderos de Almoloya

Actualmente, los 120 lavaderos y su pileta central pasan por un periodo de rehabilitación para que los poblanos puedan apreciar su belleza.  

En este momento, el Patrimonio Histórico de Puebla es rescatado para que las piedras y los muros de este lugar que se abastecía del extinto río de San Francisco, luzca como en sus mejores tiempos y siga custodiado bajo una puerta de hierro forjado. 





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