Unidos y reservados, así es como los vecinos de la comunidad de Miranda recuerdan a los dos primos que, acompañados de su tío, partieron el mes pasado con rumbo a la frontera, en busca de una mejor vida. Aunque de ellos tres, solo uno logró sobrevivir.
A casi treinta minutos de la entrada a San José Iturbide, casi llegando a las orillas de la ciudad, se encuentra la comunidad La Miranda, un sitio desolado al que pertenecían dos jóvenes primos que, en la reciente tragedia de San Antonio, perdieron la vida.
Es poco lo que se sabe de su manera de ver la vida o su personalidad. Sin embargo, medio de un ambiente de consternación, algunos de los pocos habitantes que permanecen en el lugar recuerdan a ambos primos como dos jóvenes unidos que siempre paseaban juntos por las calles de la comunidad, y que incluso solían trabajar en las ladrilleras para sobrevivir.
"Ellos siempre andaban juntos, eso sí. Los dos que se fueron siempre andaban juntos, eso yo le diría, que yo sí los llegué a ver, los llegué a ver así que pasaban, solamente que pasaban", comentó una vecina de manera anónima.
Nadie (excepto sus padres o hermanos) supieron en qué momento salieron de Guanajuato para poder cruzar la frontera. No obstante, dadas las condiciones de pobreza que envuelven la zona, comentan que ellos han sido algunos de los muchos que recurrentemente abandonan la comunidad para perseguir el sueño americano.
"Nosotros no sabíamos ni siquiera que se habían ido (...) Hasta ayer que cuando vimos el celular ya nos enteramos la mayoría de las personas, pero en sí, pues no", comentaron vecinas de manera anónima.
Sin embargo, aunque la migración es algo frecuente en la zona, en este momento se muestran bastante conmovidos, pues cuentan que hasta el momento no se habían presentado casos de locales que partieran a los Estados Unidos y no pudieran regresar.
"Hay mucha migración por lo mismo. O sea, usted acaba de ver la pobreza que hay aquí en la comunidad. Estamos al olvido del gobierno, el gobierno nos ha olvidado completamente (...) por lo mismo la gente emigra chavitos, chiquitos", dijo una vecina.
Poco se atreven a hablar de este caso en particular, pero sin duda en las calles y la actitud de la gente se vive un ambiente de desánimo.
Algunos de los vecinos han mostrado intenciones de ofrecer su apoyo a los familiares de las víctimas, pero han optado por no acercarse para no incomodar. Incluso algunos parientes de los menores han sabido poco de esta situación, afirmando que se enteraron del viaje que habían emprendido los jóvenes hasta el momento en que se difundió la noticia del fallecimiento de dos de ellos.
- Comunidad
Por su parte, la madre del adolescente de 16 años, quien se encuentra hospitalizado en Texas, se ha negado a proporcionar información sobre el estado del menor; mientras que los más allegados a los otros dos jóvenes que fallecieron tampoco han pronunciado palabra respecto a este caso.
Como resultado, al acceder a la Miranda se puede observar una comunidad callada, hermética, que poco sabe o dice sobre estos tres jóvenes, pero que se muestra impactada al ver lo que, lamentablemente, puede ocurrir con los jóvenes que, frecuentemente, emigran para mejorar su calidad de vida.
De igual manera, cabe mencionar que hasta el momento lo que se conoce ha sido difundido mediante canales oficiales, y algunas personas de La Miranda únicamente esperan a que más adelante se dé a conocer más información.
SEMY