El Centro Penitenciario Regional de Tehuacán se convirtió en el primer penal en México que es visitado por la reliquia de San Judas Tadeo, así lo consignó en misa que dio esta mañana el Obispo de la Diócesis Gonzalo Alonso Cazada Guerrero, ante la presencia de más de 600 internos que con fe y devoción esperaban la llegada de las imágenes.
La mayoría de las personas recluidas en el Penal de Tehuacán profesan la religión católica, por lo que al enterarse de la visita de San Judas Tadeo, el apóstol de las causas perdidas, comenzaron con los preparativos, dijo Antonio, tío de uno de los internos.
Desde el domingo 25 de agosto colocaron lonas en el patio principal para recibir en en el Penal de Tehuacán la reliquia de San Judas; el lugar fue acondicionado para una visita tan importante y que pocos internos de otros lugares tienen la oportunidad de observar, tocar, sentirlo cerca, mirarle a los ojos, expresar sus plegarias y algunos de pedirles el milagro de alcanzar uno de sus más grandes anhelos: su libertad.
Alrededor de 50 elementos de la Policía estatal y municipal se establecieron en el carril derecho con circulación de Oriente a Poniente de la Calzada Adolfo López Mateos, donde aguardaron la llegada de las reliquias y cuidaron la concentración de personas para que no llegaran más allá de la puerta principal de acceso al penal.
Tal como estaba programado, la reliquia de San Judas Tadeo salió de la Parroquia del Carmen a las 8:30 de la mañana para ingresar al Cereso alrededor de las 9:00 am, ahí permaneció hasta las 10:30 de la mañana, media hora más de lo marcado en el calendario de recorridos.
Al término de la misa, se pudieron observar globos amarillos y blancos saliendo del penal como una muestra de despedida y, quizás, de esperanza en muchos de ellos para estar un día así, libres, como esos globos dejaron escapar después de tenerlos por varios minutos sosteniendo entre sus manos.
Familias de reclusos en el Penal de Tehuacán piden a San Judas por sus familiares
Afuera del Penal de Tehuacán, familias de algunos internos acudieron para pedir a San Judas la libertad de sus familiares; es el caso de Margarita, quien desde la calle hizo una oración por la liberación de su nieto que lleva varios meses privado de su libertad, “le pedimos a San Juditas, que es abogado de los casos difíciles, que nos ayude con mi nieto que está allá adentro, siempre estamos con él”.
"Le pedimos y rogamos a Dios que lo cuide y proteja de todos los peligros, porque sabemos que no es fácil estar en ese lugar, pedimos que nos ayude para que pronto salga, porque lo acusan injustamente”, dijo con la voz entrecortada.
Otro caso es el de José Luis, quien tiene a su sobrino privado de la libertad, él junto con su familia acudieron a visitar la reliquia de San Judas Tadeo para por su familiar.
“Que los internos crean en los milagros, algunos a lo mejor están con causa y otros más son inocentes y están ahí, porque la justicia no existe, no existe. Creo en San Judas Tadeo y espero que haga el milagro para que salga mi familiar y otros más, porque siento que hay injusticia, que quienes imparten la justicia crean en Dios y no con el pensamiento del hombre”, reiteró.
Gloria está agradecida con San Judas Tadeo por los milagros que ha recibido, la sanó de leucemia cuando era niña, por eso ha encomendado a San Judas a Mateo, un menor de once años de edad que está internado por una enfermedad terminal, pero confía que tendrá sanación y el 28 de octubre, solicitará que se oficie una misa a San Judas.
José Luis Fuentes, de oficio cartero y árbitro, fue parte de la feligresía que visitó la reliquia de San Judas Tedeo, pidió por su familia, por sus hijos, y rompiendo en llanto agradeció al santo "por lo que me ha dado, me siento bendecido, en la visita casi lo toqué y pedí por el trabajo de mis hijos, su protección”.
El sacerdote Refugio Sánchez, coordinador de la visita de las reliquias de San Judas Tadeo, dijo que al estar en el interior del Cereso pidieron por la fe y la esperanza de las personas, quienes a pesar de las condiciones que han vivido, aquellos que tienen sentencias o que se encuentran en proceso, inicien una nueva vida.
“Los presos siempre han vivido a pesar de sus circunstancias, una fe muy fuerte y grande en Dios, pero también en San Judas Tadeo”.
Dijo que él trabajó en el Cereso de Tehuacán durante 14 años y nunca había visto tanta alegría como ahora, fue un día festivo, jubiloso, y había mucha disposición de los reclusos por participar: "vi unas instalaciones cambiadas que no parecen un penal, sino un espacio de convivencia".
La visita de las reliquias de San Judas Tadeo movió a la gente creyente en esta imagen y ahora que estuvo en Tehuacán el brazo e imagen que viajo desde Roma, a la gente no le importó estar más de tres horas formado, en espera de pasar a la urna, tocarla, expresar sus sentimientos y esperar su protección.
AGA