La necesidad los llevó a delinquir sin pensar en las consecuencias... hoy en día, muchos de ellos se arrepienten y quisieran cambiar el pasado, pues saben que no van a poder estar junto a su familia en la cena de Nochebuena.
Pese a esto, el ánimo no decae en personas privadas de la libertad recluidas en el Centro de Reinserción Social Norte 1, de Apodaca, Nuevo León, que, durante los días previo a la Navidad, tuvieron posada y convivencia con sus seres queridos.
Al interior del Cereso, el área de visitas familiares parecía un parque recreativo. La música amenizaba, la parrilla chillaba con carne y pollo asado, además de vocecitas sonrientes y alegres... eran niñas y niños felices que volvían a ver a su papá.
A la familia se le extraña siempre, pero en las fechas decembrinas aún más, coincidieron las personas privadas de la libertad.
En vísperas de la Navidad, las personas privadas de la libertad hicieron sus respectivos trajes y se caracterizaron de duendes y Reyes Magos, ya que además de la visita familiar, los grupos religiosos y asociaciones civiles visitan los centros penitenciarios de Nuevo León para hacer posadas.
Día a día, las personas privadas de su libertad esperan a que llegue el día de su libertad, pero en estas fechas, no hay cosa que deseen más que estar de nuevo con sentados en la mesa con sus seres queridos.
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