Una de las pantallas que se encuentran en los andenes del Tren Ligero de Guadalajara, fue robada, específicamente en la estación Periférico Norte, de la Línea 1, en el municipio de Zapopan.
Este hecho ha dejado conmocionada a la ciudadanía, ya que se trata de una pantalla de 60 pulgadas que estaba colocada en lo alto de la estación, por lo que los presuntos ladrones requirieron de tiempo suficiente para haber subido a una escalera y robarla sin que nadie se diera cuenta.
Se espera que las autoridades realicen investigaciones correspondientes para esclarecer el caso y dar con las personas responsables de este delito, se especula que hay cámaras de seguridad que pueden servir para revisar el momento del robo.
Cabe señalar que estas pantallas tienen la función principal de mostrar los minutos que faltan para que el siguiente vagón llegue a la estación, y así los usuarios del Sistema de Tren Urbano (Siteur) conozcan la hora de llegada de cada unidad y puedan medir sus tiempos.
Esta noticia destaca varias preocupaciones clave. En primer lugar, la facilidad con la que se llevó a cabo el robo, que requería que los delincuentes subieran a una escalera, sugiere una falta de vigilancia o seguridad efectiva en la estación. Esto pone de manifiesto la vulnerabilidad del sistema de transporte público ante actos delictivos.
La conmoción entre la ciudadanía refleja la desconfianza creciente en la seguridad pública y la protección de bienes en espacios que deberían ser seguros. Las pantallas robadas cumplen una función esencial, al proporcionar información sobre los tiempos de llegada de los trenes, lo que facilita la planificación de los usuarios.
Elevador de Periférico Norte no funciona
Los usuarios se enfrentan a un inconveniente significativo: el elevador no está en funcionamiento. Esta situación ha generado preocupaciones entre los pasajeros, especialmente aquellos con movilidad reducida, como personas mayores, mujeres embarazadas y usuarios con discapacidades.
La falta de un elevador operativo limita el acceso a la estación y dificulta la experiencia de viaje para muchos. Los pasajeros deben recurrir a las escaleras, lo que no solo puede ser agotador, sino que también representa un riesgo de accidentes. Además, en momentos de alta afluencia, esto puede generar congestión y retrasos en el flujo de usuarios.
Es crucial que las autoridades competentes aborden este problema con urgencia, asegurando que el elevador sea reparado y vuelva a estar en funcionamiento. La accesibilidad en el transporte público es un derecho fundamental, y es vital que se garantice para todos los usuarios del sistema.
AA