Durante más de 20 años, don Leodegario Vidales ha sido una figura clave en las celebraciones de miles de nicolaítas, especialmente en el maratón Guadalupe-Reyes, donde las piñatas son un elemento esencial. Esta actividad ha sido su especialidad, llevándola a cabo con dedicación incansable, siempre en compañía de su familia.
Desde septiembre, él y su equipo —integrado por sus hijos, nueras y yernos— comienzan a prepararse, conscientes de que los costos de los insumos aumentan conforme se acerca diciembre. Además, la presión del tiempo es constante, ya que se enfrentan a la tarea de estar listos para las posadas, rosarios y convivios de la temporada, un reto que abordan con esfuerzo y compromiso cada año.
“Ya son muchos años, más de 20 en esta labor, y claro en este mes se acumula el trabajo, por eso mis hijos y yernos, al menos diez personas nos preparamos con anticipación para la realización de las piñatas”.
“Le hablamos a toda la familia para que nos ayude, porque es tedioso, es tardado”, señaló don Leodegario.
Desde su negocio, ubicado en la avenida López Mateos y Roberto Garza Sada, en San Nicolás de los Garza, el comerciante realiza y oferta las típicas piñatas de siete picos, aunque también se han preparado para atender pedidos especiales.
“De piñatas normales al día sacamos unas dos o tres por persona, y en esta temporada somos hasta diez los que estamos trabajando”.
“Empezamos cortando hilo, buscando las piezas para armarla y nos toma unas tres horas”, reconoció.
En pleno cierre del maratón Guadalupe-Reyes, don Leodegario y su familia se mantienen unidos, para así poder llevar las piñatas tradicionales a las familias de Nuevo León.