Desde hace más de 20 años, Raúl Yeverino, habitante del municipio de Escobedo, se dedica a fabricar momentos especiales para los niños, regalar alegrías y visitar casas durante la nochebuena personificando a Santa Claus.
Este mes de diciembre cumple 24 años de dar vida a uno de los personajes más populares en todo el mundo, al cual le tiene un cariño sumamente especial ya que inició cuando su hija mayor nació.
"Todo nació en el 2000 que llegó mi princesa Nazaret, ella nació en enero y yo en diciembre me hice un traje para ella, entonces los vecinos empezaron 'ven y tómate la foto' y ya para el siguiente año, le empezamos a meter un poco más de producción, y pues gracias a Dios hemos andado en muchos lugares como escuelas Kinder, estaciones de radio, televisión, periódicos, en casas grandes, y hasta ahorita cada año, ya con los años, ya me quiero retirar, pero la verdad el personaje te absorbe, ya te hace imposible dejarlo viendo a los niños y a los adultos con su alegría" comentó.
Raúl ha compartido escenario con Tatiana
Durante estas casi dos décadas y media ha podido llevar alegría a miles de hogares e incluso ha colaborado con Tatiana, la reina de los niños, y otros animadores infantiles, lo que le ha traído grandes satisfacciones.
"Yo creo que la alegría de los niños, definitivamente la alegría de los niños y de los no tan niños, como las señoras de la tercera edad que me abrazan y no me dejan salir o los señores que se emocionan, definitivamente el calor que te dan en eventos como desfiles, la misma gente te da la energía de seguir saludando de darte el tiempo de tomarte la foto, aunque tengas más de cinco horas trabajando y con cansancio. Yo creo que por eso Santa Claus tiene la energía para ir a todas las casas durante el 24, porque los niños te inyectan mucha energía" explicó.
¿Cuál es el reto de ser Santa Claus?
Sin embargo, no todo ha sido fácil ya que para poder llevar a cabo esta noble labor ha tenido que sacrificar tiempo con su familia en estas fechas.
"Sí son muchos sacrificios, te repito, yo inicié como Santa Claus para mi niña mayor, ya tengo dos niñas y fue la única Navidad que pasé con ella, con la mayor, ahora con la menor, no he tenido la oportunidad de pasar una Navidad con ella, festejamos a las cinco de la tarde, nos damos un abrazo y me salgo a repartir regalos para toda la ciudad. Regreso ya noche, llego, están dormidas, es tiempo de hacer una pausa para estar con ellas y con mi madre, con la cual ya no estoy ni siquiera en la lista de esos intercambios, porque nunca estoy. Estoy en todas las casas menos en la mía".
Aunque cada año es más complicado para él seguirle el ritmo a este personaje tan querido por todos, confiesa que mientras tenga salud y fuerza seguirá llevando alegría a los más pequeños del hogar.
mla