El próximo 27 de julio iniciarán formalmente los festejos del Santo Cristo de la Capilla en Saltillo con el descenso de la imagen de la capilla que lleva su nombre a Catedral, el novenario tendrá lugar del 28 de julio al 5 de agosto con misas a partir de las 5:30 de la mañana.
El párroco de la Catedral de Santiago, Plácido Castro Zamora, explicó que en este año la imagen no se tocará como ya ha ocurrido en años anteriores, “ni con el algodón, hay una cruz el Santo Cristo abajo, en la que está una reliquia de la astillita de la Santa Cruz, que con el algodoncito las personas lo podían hacer (tocarlo), pero este año y el año pasado ni ahí”.
Explicó que lo que se hará ahora es entregar unas pequeñas bolsas de plástico con algodón “que ya llevan ahí el toque de la reliquia… yo nunca he tocado la imagen, ni la voy a tocar, ¿porqué? porque ya sabemos: el patrimonio”.
Respecto a la cantidad de personas que se aceptarán dentro de los templos tanto en Catedral como en la Parroquia del Santo Cristo, dijo que atendiendo a la situación de altas temperaturas se instalarán abanicos industriales de piso para que no dañen la estructura de los edificios y brinden un ambiente fresco a los asistentes.
Además se entregarán abanicos de mano con un pequeño código QR impreso para que quienes acudan además de tener con qué abanicarse puedan escanear el programa de actividades y evitar de esta forma el impreso, “son de las cosas que estamos implementando para tratar de cuidar a la gente”.
No obstante, aceptó que no es posible limitar la capacidad de ingreso, por lo que se permitirá el acceso de quienes acudan; “es muy difícil decir hasta aquí, pero sí decirles que ya no hay espacio, no hay restricción pero sí habrá orden, y pedirles a todos que sean responsables en esto”.
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El obispo Hilario González, dijo que el tema de este año es la recomposición social, “queremos recomponerlo, poner los medios humanos, divinos; se habla también de la fractura en el mundo afectivo, psicológico de las personas; esos temas de drogas, fuga de la realidad, suicidio, pérdida de trabajo, cosas que están impactando en la persona individual, la intención este año va a dar elementos a la espiritualidad cristiana para sanar, recomponer esas fracturas personales”.
Dijo que otro aspecto es la familia, “me gustaría pedir que las familias saltillenses y de toda la Diócesis vuelvan a tener esa armonía y a recuperar esa confianza, esa estructuración entre esposos, entre padres e hijos, entre hermanos, que son relaciones afectivas importantes para nosotros, de las relaciones más significativas que se han visto lesionadas con el ambiente de la pandemia”.
JVS