Médicos, enfermeros, personal administrativo, de limpieza y hasta los pacientes del Hospital Materno Infantil López Mateos en Guadalajara, fueron sorprendidos por el sismo de 7.7 grados con epicentro en Coalcomán, Michoacán.
El enfermero, Luis Enrique García González, mencionó que cuando se sintió el temblor se encontraban en una cirugía.
"Estábamos en una cirugía, nos agarró de repente el temblor y pues sentimos un poquito de pánico pero el personal aquí está altamente capacitado para llevar la acción que se vivió" , dijo el enfermero.
Para algunos médicos y enfermeros la responsabilidad hacia los pacientes pudo más que salvaguardar su integridad.
"Estábamos en una cesárea, pues los médicos que estaban en la cesárea se quedaron operando a la paciente y todos los demás evacuamos", dijo la enfermera, Alejandra.
José Luis Flores Madrigal, el director del hospital, comentó que "lo que es urgente se atiende. Los bebés urgentes no se evacúan, se tiene que seguir atendiendo en el área de terapia intensiva".
En cuestión de minutos, el personal de la salud estaba fuera del hospital.
"Tenemos bien establecido los protocolos de seguridad en este tipo de situaciones e inmediatamente se activó la alarma y activó la evacuación" , comentó el director.
Los familiares de los pacientes vivieron con miedo y angustia el momento del temblor.
"Estábamos sentadas y nos dijeron que nos saliéramos y el piso se movía, el carro también se movía" [...] yo le pedí a la virgencita que nos ayudara y me digo ay ayúdanos virgencita" , compartió Concepción Avelino.
Ricardo Rubio Cervantes, familiar de uno de los pacientes, también compartió que cuando estaban esperando que les dieran los resultados, el carro empezó a "bailar".
"Estábamos sentados esperando que nos dieran resultados de las personas pero se empezó a hacer así y el carro empezó bailar y luego el árbol de ahí todo chueco", dijo.