Los niños zurdos poca atención reciben, pues ni siquiera se tienen pupitres especiales para ellos, y algunas escuelas, Cómo la Antonio de Mendoza, tuvieron un inusitado incremento en el número de pequeños de esa condición.
No es insólito tener un niño zurdo en una escuela, pero siete en una misma generación, sí es algo demasiado inusual, y que representa un pequeño problema: El sistema escolar no los contempla y, por tanto, no hay pupitres adaptados para ellos.
Con eso, los niños, en general, tienen que escribir con el cuerpo torcido y la libreta al revés, entre otras dificultades.
Este año escolar, en la escuela Primaria Antonio de Mendoza, entraron 7 niños zurdos, cuando lo común es, si acaso, uno por generación.
La Profesora Yuliana Vallejo, quien imparte el primer año en el plantel, explica que los primeros días observan a los niños para detectar detalles como ese, si son diestros o zurdos, y en su salón halló cuatro, y tres más en el otro grupo.
Como no se hacen pupitres para zurdos, hay que adaptarlos, a costa de los padres de familia.
Está comprobado que los mayores problemas de los niños zurdos se dan en el colegio, pues si no encuentran un ambiente adecuado, tienen más problemas a la hora de aprender a escribir, son más lentos en comprensión lectora, tienen un razonamiento matemático más pobre y su atención en clase es menor, además de que al tener que escribir de izquierda a derecha, se van tapando ellos mismos las letras a medida que escriben.
Los bancos tienen un alto costo, que la escuela no puede absorber, la Secretaría de Educación no facilita, así que los padres pagan y los niños se llevan su pupitre zurdo al salón donde les toque cada año.
elmm