Don Juan José Regil es un señor de Guadalajara que se dedica a vender elotes asados y preparados con sal, limón y su respectivo chile en polvo, y con mucho amor, y busca salir adelante con su negocio, ya que es un hombre de la tercera edad, quien sobrevivió a las explosiones de Analco, en 1992.
El negocio del señor Juan se encuentra sobre el cruce de las calles Guadalupe Victoria y 5 de Mayo, en el parque San José de Analco.
Esta tragedia ocurrida el 22 de abril de 1992, que dejó a más de mil 800 personas lesionadas, entre ellas, Don Juan, quien al momento de las explosiones estaba trabajando en una obra de la zona dentro de un drenaje.
El vendedor de elotes perdió una de sus piernas y parte de su mano, y refirió que la lesión inferior quedó expuesta y al estar al interior del drenaje, se infectó, y tiempo después, la infección avanzó y causó que perdiera su otra pierna.
“Yo trabajaba ahí en el drenaje y ahí se me infectó una pata y al último la otra y ya”, dijo Don Juan.
La discapacidad del señor Juan no le permitió seguir dedicándose a la albañilería, pero esto no lo detuvo para continuar trabajando y buscó alternativas para poderse mantener y fue ahí cuando inició su negocio de venta de elotes.
A bordo de una silla de ruedas, con un pequeño asador, una mesa y su materia prima, es como Juan José sale todos los días a las 18:00 hasta las 22:00 horas para generar ganancias y no depender de nadie, pero las ventas no siempre son buenas, y mencionó que cuando mejor le va, vende 100 pesos.
Debido a las bajas ventas registradas en su negocio, don Juan invitó a la ciudadanía a que acuda a comprar y degustar un elote amarillo asado, y prometió que no se arrepentirá.
“Cuando gusten, estoy a sus órdenes, vengan a comerse un elote, se los pido por favor para que me ayuden, muchísimas gracias”, expresó el señor Juan José.
AA