Los socavones en México han comenzado a ser comunes en distintas partes, ya que se trata de esas enormes depresiones que aparecen repentinamente en el terreno y que incluso han capturado la atención global debido a los desastres que pueden ocasionar.
Estas depresiones pueden parecer impredecibles y peligrosas al tener la capacidad de causar la pérdida de propiedades o incluso de vidas humanas, pero su formación sigue patrones relacionados con la naturaleza del suelo y las actividades humanas.
Esto quiere decir que existe una posible explicación sobre su formación, misma que te detallamos en TELEDIARIO Puebla.
Estos son los factores naturales que forman los socavones
Uno de los principales factores detrás de los socavones es la disolución del suelo, especialmente cuando está compuesto por materiales como piedra caliza, yeso o sal.
Este proceso, llamado carstificación, ocurre cuando el agua subterránea disuelve lentamente estas rocas solubles, creando cavidades subterráneas. Con el tiempo, estas cavidades se expanden y el techo que las sostiene colapsa, lo que resulta en un socavón.
La filtración de agua de lluvia es un factor clave en este fenómeno. En zonas donde el agua penetra rápidamente el suelo, se acelera la disolución de los minerales que componen las rocas.
Este proceso es más común en áreas con climas húmedos o en regiones donde hay fluctuaciones drásticas entre la temporada seca y la temporada de lluvias.
Un ejemplo notable de esta clase de socavones se puede encontrar en el estado de Florida, en Estados Unidos, donde la geología de piedra caliza es especialmente vulnerable a la carstificación.
Impacto de la actividad humana también puede favorecer la aparición de socavones
Además de las causas naturales, la actividad humana también juega un papel importante en la formación de socavones.
La sobreexplotación de acuíferos, por ejemplo, contribuye al colapso del suelo. En muchas regiones del mundo las aguas subterráneas se utilizan para la agricultura, la industria o el suministro de agua potable.
Sin embargo, cuando se extrae más agua de la que el acuífero puede reponer de manera natural, se genera un vacío que, de forma eventual, puede dar lugar a la formación de socavones.
Otro factor que contribuye es la construcción descontrolada en especial en áreas donde el suelo no ha sido adecuadamente estudiado.
Las ciudades que crecen rápidamente sin una planificación geotécnica adecuada, pueden estar asentándose sobre terrenos inestables, propensos a la aparición de socavones.
El caso del socavón en Ciudad de Guatemala en 2010 que se llevó una fábrica entera, es un ejemplo de cómo las infraestructuras deficientes y una mala gestión del suelo pueden agravar este fenómeno.
El colapso del suelo puede tener consecuencias devastadoras. Los socavones que se forman cerca de áreas habitadas pueden arrasar con casas, carreteras e infraestructuras clave. A menudo, estos colapsos ocurren sin previo aviso, lo que aumenta su peligrosidad.
Es importante decir que los socavones también pueden prevenirse, para lo que resulta crucial realizar estudios geotécnicos antes de construir en áreas susceptibles y regular el uso de agua subterránea.
En algunos países como China o Estados Unidos ya se han implementado sistemas de monitoreo para detectar cambios en el terreno que puedan indicar la formación de cavidades subterráneas, medidas que son esenciales para reducir el riesgo de socavones en áreas urbanas.
EG