El sueño de ser músico para muchos es inalcanzable debido a que son varios años de preparación y de tocar puertas, además de enfrentarse a la desigualdad laboral, ya que no cuentan con prestaciones de ley a pesar de que es una profesión como cualquiera.
No obstante, para Miguel y Romel Juárez Condado esto no fue un obstáculo, ya que desde hace siete años decidieron conformar el grupo musical Son Destello.
En entrevista con Multimedios Puebla, Miguel Juárez compartió que cuando era niño sus juguetes fueron un piano y una guitarra, con los que se entretenía por horas y se imaginaba con su grupo musical en un escenario para que la gente apreciara sus interpretaciones.
“Personalmente, he tomado clases particulares desde hace más de ocho años porque comencé de forma empírica y luego me profesionalicé al estudiar una licenciatura en Producción Musical e Ingeniería de Audio, y de ahí poco a poco en la experiencia y a los retos que he tenido me he formado”, expresó.
Son Destello: cambiar el rock por una cumbia cada vez más profesional
El joven músico relató que en sus inicios tocaba rock, pero después con el asesoramiento de su padre, quien lo incursionó en este ambiente, decidió estudiar música para después comenzar con su proyecto personal.
“El grupo se llama Son Destello porque nuestra mayor influencia fue un grupo de nombre los destellos de origen peruano, y nuestro repertorio son cumbias sonideras”, expresó.
En su turno, Romel Juárez, quien es tecladista de la agrupación, comentó que lo más complicado que ha vivido es que en este proceso se registró la desintegración del grupo, mientras que en tres meses lograron formarlo de nuevo.
Jesús Reyes, vocalista de la organización musical, enfatizó que al estar en el escenario se olvida de los problemas y del estrés.
Terminada la función, de vuelta a la vida real: sin prestaciones, seguridad social ni empleo
En entrevista por separado, Jaime Rodríguez, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Música de Puebla, destacó que este sector atraviesa por una situación complicada debido a la carencia de prestaciones de ley y la falta del beneficio de Infonavit y del seguro social, lo que dificulta la profesión.
Además, señaló que la pandemia provocó una afectación grave toda vez que disminuyó su trabajo hasta un 70 por ciento y 2 mil músicos decidieron abandonar el sueño y emplearse en otro trabajo, e incluso se vieron en la necesidad de vender su equipo.
Resaltó que dedicarse a este ambiente es invertir mucho tiempo y dinero, porque los instrumentos y toda la tecnología que utilizan tienen un alto precio.
Asimismo, comentó que actualmente también se enfrenta la oferta y demanda, ya que hay quienes bajan sus precios para contar con contrataciones.
Pero esto no se detiene aquí, ya que agregó que se suman los extranjeros de origen cubano, venezolano y colombiano, quienes también representan fuerte competencia al ser buenos en esta profesión y cobrar su espectáculo a bajo precio.
Finalmente, comentó que en el estado hay seis mil personas sindicalizadas dedicadas a este arte, quienes en su mayoría se centran a la música popular, otros forman parte de una banda sinfónica o son maestros y llegan a estudiar más de ochos años.
EG